martes, 31 de mayo de 2016
LA PASTORA DE CAPUCHINOS CERRÓ UN MES DE MAYO CARGADO DE PROCESIONES
La Divina Pastora de Capuchinos salió a las calles de Sevilla el pasado domingo, poniendo el punto final al intenso calendario procesional del mes de mayo. A las siete de la tarde estaba prevista la salida, cuyo cortejo contaba delante con la Agrupación Musical Veterana de Sevilla, que el día anterior había realizado un pasacalles por el mismo itinerario que iba a recorrer ahora la Pastora.
Tras la banda, venían la cruz alzada y ciriales, seguidos de niños vestidos de Comunión y las representaciones de la Pastora de Barquisimeto (Venezuela) y de las hermandades de la Virgen de Araceli, la Pastora de Cantillana y la Pastora de Santa Marina. Finalmente, ante la presidencia iba el estandarte de la Pastora de Capuchinos.
Con el granado del paso en posición horizontal para salir por la pequeña puerta del Convento de Capuchinos, la Pastora alcanzó el atrio, donde la esperaban numerosos cofrades. La Banda de Música de la Cruz Roja tocó el Himno Nacional y a continuación, mientras el paso avanzaba por el atrio hacia la calle, su propia marcha, "Pastora de Capuchinos".
Los costaleros tuvieron que agacharse un poco para que el paso superase el arco de acceso a las dependencias del convento y, una vez en la calle, la banda interpretó "Madre Hiniesta", en honor a la cercana cofradía de San Julián, que días antes acababa de vivir la salida de su titular gloriosa con motivo de la festividad del Corpus Christi.
Después, por la Ronda, sonaría "Pasa la Virgen Macarena", otra hermandad vecina de la Pastora de Capuchinos.
Desde la Ronda, la Pastora de Capuchinos se internó en las calles del barrio por la Avenida de la Cruz Roja, a la que llegó con la marcha "Virgen de los Reyes", seguida después por "Pasa la Virgen de la Soledad", marcha interrumpida cuando el paso fue detenido para un relevo de costaleros.
A continuación, la Banda de la Cruz Roja interpretó "Esperanza Macarena" en el giro de la Avenida de la Cruz Roja a la calle Los Polancos y luego "La Estrella Sublime" de ésta a José María Izquierdo.
En la calle José María Izquierdo y en otras del recorrido había balcones engalanados con mantones y con los propios carteles anunciadores de la salida procesional de la Pastora, que llevaba en su paso una gran variedad floral a base de lisianthum, margaritas, clavellinas, rosas, gerberas, cártamos, cardos y limonium.
Arropada siempre por muchísima gente que la iba siguiendo, la Pastora tomó a continuación la calle Fernández de Guadalupe a los sones de "Virgen de las Aguas", hasta quedar detenida junto a una vivienda desde la que le cantaron una Salve que finalizó con varios vivas: "¡Viva la Divina Pastora! ¡Viva la Reina de Capuchinos! ¡Viva la Reina de Sevilla!", respondidos en todo momento con un sonoro "¡viva!" por los presentes.
Seguidamente, el paso cruzó la Avenida de la Cruz Roja hacia la calle Medalla Milagrosa con la marcha "Pastora Coronada". En esta calle le daba el sol del atardecer de frente a la Pastora, hasta que fue a girar a la calle Torcuato Pérez, en cuya revirá la banda tocó "Reina de Triana" y el grupo joven se encargó de lanzar una intensa petalada desde una casa.
Tras recorrer algunas de las calles de la zona, era ya de noche cuando regresaba a casa la Divina Pastora de Capuchinos, que salió de la calle Antonio Machín con la marcha "Como tú ninguna".
Aquí el hermano que iba ante la cruz alzada, una vez retirada ya la Agrupación Musical Veterana, tuvo dudas sobre si seguir de frente por Álvarez Chanca o girar hacia Dionisio Alcalá Galiano. En realidad, el propio itinerario anunciado por la cofradía apuntaba a la segunda opción, pero tras dudar, el hermano se decantó por la primera, girando después a Fernando Álvarez de Toledo, calle no prevista en el recorrido, con la marcha "Pastora de Capuchinos", seguida posteriormente por "Virgen de Montserrat" desde dicha calle a Florencio Quintero.
Aquí el capataz dedicó la levantá al grupo joven de la hermandad por lo que habían trabajado en la preparación de la salida procesional, y posteriormente el paso continuó por Florencio Quintero con "Madrugá de canela y clavo".
Otro cambio de itinerario imprevisto vino a continuación, ya que los coches aparcados en la confluencia de Florencio Quintero, calle sin salida para el tráfico, con Muñoz León, impedían el paso de la cofradía. Por ello, hubo que desviarse ligeramente por López Azme para salir, ahora sí, a Muñoz León. A lo largo de este tramo, la Banda de la Cruz Roja tocó las marchas "Siempre la Esperanza" y "Madre de los Gitanos Coronada".
Muy cerca ya del Convento de los Capuchinos, hubo una chicotá a tambor, seguida después por "Mi Amargura", con la que la Divina Pastora alcanzó el arco de acceso al atrio de su templo, que atravesó a continuación con "Virgen de los Negritos".
Frente a la puerta, la procesión llegaba a su fin con el cante de unas sevillanas tituladas "Soy pastoreño" por parte del coro de la hermandad.
Pasaban varios minutos de las doce de la noche cuando la Divina Pastora giraba ante la puerta del templo a los sones de "Pastora Coronada" y "Pasan los campanilleros". Finalmente, con el granado de nuevo en posición horizontal, entró con el Himno de España tras haber protagonizado una brillante salida procesional.