sábado, 15 de septiembre de 2018

LA VIRGEN DE LA MERCED DE PASIÓN, EN BESAMANOS CON SU NUEVO MANTO AZUL


La Hermandad de Pasión celebra este fin de semana el besamanos anual a Nuestra Madre y Señora de la Merced, primero de los cultos en su honor con motivo de su próxima festividad. Para este besamanos, la dolorosa que tallara Sebastián Santos en 1966 ha sido colocada delante de la capilla sacramental de la Iglesia del Salvador, sobre una sencilla peana de madera dorada.
Viste en este culto el manto de terciopelo azul bordado en oro por Jesús Rosado, autor también de su diseño, que fue estrenado el pasado Viernes de Dolores en el traslado de la Virgen de la Merced a su paso de palio. Combina dicho manto con la saya procesional, de Carmen Capmany (1930), con un tocado de encaje y con la corona de salida, labrada por Cayetano González en 1959. Además, luce un broche con el emblema de la Orden de la Merced en el pecherín y un puñal de oro, mientras que en las manos no porta nada, siendo la derecha la que da a besar.
Junto a la Virgen de la Merced se ha situado la bandera concepcionista en el lado izquierdo. Y en el derecho, vemos el antiguo simpecado morado de Patrocinio López (1854), que ha sido restaurado este año por José Antonio Grande de León y transformado en la insignia del octavo centenario de la orden mercedaria. También flanquean a la dolorosa dos jarras plateadas con diversas flores de color blanco. Y más hacia los extremos, se sitúan los cuatro faroles de entrevarales del paso de palio.
Por otra parte, para acceder a la imagen se ha creado un pasillo conformado por blandones dorados de gran tamaño y algunas jarras procedentes también del paso en el que cada Jueves Santo recorre las calles la Virgen de la Merced.
La disposición del besamanos permite a los visitantes situarse justo detrás de la Virgen para contemplar el manto y pasar a la capilla para acercarse al Señor de Pasión e incluso subir a besarle el talón.




























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