lunes, 10 de septiembre de 2018

LOS DOLORES DEL CERRO INICIÓ SUS CULTOS CON EL ROSARIO DE LA AURORA


La Hermandad del Cerro celebró ayer, domingo, su tradicional rosario de la aurora, con el que dan comienzo cada año los cultos en honor a Nuestra Señora de los Dolores. En un recorrido que llevó a la dolorosa a alcanzar algunas calles cercanas a la barriada de La Plata por las que no pasaba desde hacía más de treinta años, numerosos vecinos y devotos la acompañaron en todo momento desde las siete y media de la mañana, en que salió de la parroquia, hasta su regreso dos horas más tarde.
Era, por tanto, aún de noche cuando la Virgen de los Dolores salió del templo con un cortejo formado por hermanos con cirios blancos y diferentes insignias, como la cruz parroquial entre ciriales, el libro de reglas y los estandartes corporativos de la Hermandad del Rocío y de la propia de los Dolores del Cerro. Ante las andas iban seis ciriales, así como dos acólitos con faroles delante y otros dos detrás.









Tras salir de la parroquia y tomar la calle Afán de Ribera, se rezó el primero de los misterios del rosario, que por ser domingo fueron los gloriosos. Por ello, la Resurrección del Señor fue el primero de los misterios que se rezaron, con el acompañamiento del Coro de Campanilleros de Bormujos.
Más adelante, aún en la misma calle, la principal arteria del barrio del Cerro del Águila, tuvo lugar el rezo del segundo misterio, la Ascensión del Señor.
Para este rosario de la aurora, la Virgen de los Dolores iba vestida con un manto de camarín de terciopelo rojo y saya negra, ambas piezas bordadas en oro. En cuanto a la corona, era la antigua de salida, labrada en plata sobredorada por Villarreal en 1969.
Desde Afán de Ribera, el rosario de la aurora continuó por la calle Juan Talavera Heredia, donde se rezó el misterio de la Venida del Espíritu Santo en Pentecostés. Siguió por dicha calle hasta la avenida de los Gavilanes, donde pasó junto a la parada de metro de La Plata, y la Virgen continuó por la calle José Sarabia.




























Rosas blancas y nardos adornaban las andas de la Virgen de los Dolores, que contaban con un baquetón de madera dorada y unos faldones de damasco rojo con galones dorados, además de los ángeles ceriferarios de su paso de palio; unas andas que desde José Sarabia tomaron la calle Castellón, donde desde un balcón se tiraron los pétalos artificiales que salieron de tres cañones habituales a la salida de los novios de una boda, lo que llamó la atención de los presentes.
En esta misma calle se rezó el cuarto misterio del rosario, la Asunción de la Virgen, siguiendo después el itinerario por Lisboa y Galicia. Entre ambas fue el rezo del quinto y último de los misterios gloriosos, el de la Coronación de la Santísima Virgen.


























Tras dejar atrás la calle Galicia, la Virgen de los Dolores salió de nuevo a Afán de Ribera ya de vuelta al templo, alrededor del cual se veían algunas pancartas ya preparadas para la salida extraordinaria que la dolorosa protagonizará el próximo sábado por los 75 años de historia de la parroquia.
Antes de entrar, las andas se volvieron para que la Virgen se adentrara en su casa mirando hacia su barrio. Después, las hermanas, que habían sido las encargadas de llevarla durante todo el recorrido, cedieron su lugar a los miembros de la junta de gobierno de la hermandad, que fueron los responsables de dejarla en el lado derecho del presbiterio.





















Finalizado el rosario de la aurora, tuvo lugar la celebración de la Santa Misa a cargo del párroco del Cerro, Alberto Tena. El próximo sábado día 15, a la una de la tarde, será la función solemne conmemorativa del XVI aniversario de la Coronación Canónica de la Virgen de los Dolores y a las siete y media comenzará la procesión extraordinaria. Más adelante, del 20 al 22 se celebrará el solemne triduo, el día 23 la función principal de instituto, y del 29 de septiembre al 1 de octubre la Virgen estará expuesta en besamanos.


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