lunes, 30 de septiembre de 2019
LA IMPRESIONANTE RESTAURACIÓN DE LA VIRGEN DEL ROSARIO DE SAN VICENTE
Este fin de semana regresaba a la Parroquia de San Vicente la imagen de Nuestra Señora del Rosario, de la Hermandad de las Siete Palabras, que ha sido sometida a una profunda restauración por parte de Pedro Manzano durante cerca de diez meses.
El resultado no puede ser más espectacular, tal y como se pudo comprobar al estar expuesta a la veneración de los fieles en el lado derecho del presbiterio, donde todo el que se acercó a San Vicente pudo comprobar el resultado de esta restauración que ha venido a completar la que hace tres años realizó el mismo Manzano a la imagen del Niño Jesús.
A simple vista es evidente la mejora en la policromía de la imagen, que ha sido limpiada, además de ser reparadas las pérdidas de policromía y las manchas que presentaba esta Virgen de autoría anónima y fechada en torno al siglo XVII. Asimismo, tenía bastante dañadas algunas zonas del estofado de los ropajes y diversos arañazos provocados por la vestimenta de la imagen con prendas textiles.
Por otra parte, la compleja actuación restauradora ha consistido también en la reparación de algunas grietas que presentaba la talla y del ensamble de la peana, así como la sustitución de los anclajes metálicos que la Virgen tenía para sujetar los distintos elementos de orfebrería y al Niño Jesús.
La Virgen del Rosario y el Niño lucían sus coronas de plata, y la talla mariana sujetaba además su cetro, piezas que, junto a la ráfaga, también ha querido restaurar la Hermandad de las Siete Palabras de cara a los cultos anuales en su honor que comienzan este domingo con su besamanos y finalizarán el 1 de noviembre con su salida procesional. Orfebrería Andaluza es el taller encargado de restaurar estos enseres.
Durante estos días, la Virgen del Rosario de San Vicente ha estado flanqueada por dos candeleros dorados con cirios blancos y por dos pies de base cuadrada con decoración pictórica simulando el mármol que sostenían flores de tonalidades blanca y morada.
LA VIRGEN DE VALVANERA RECORRIÓ UNA GRAN PARTE DEL RECINTO DEL ASILO
Nuestra Señora de Valvanera recorrió este sábado algunas de las calles del barrio de la Calzada durante su salida procesional, que estrenó respecto a años anteriores su forma de acceso al asilo de las Hermanitas de los Pobres, recorriendo gran parte de su recinto antes de realizar la tradicional visita a religiosas y residentes.
Todo comenzó a las seis y media de la tarde, cuando el cortejo de la cofradía que trajo a Sevilla la devoción por la Patrona de La Rioja se dispuso a salir de la Parroquia de San Benito. Antes estaba perfectamente formado en el interior del templo, ocupando toda la nave central, al fondo de la cual se encontraba el paso de la Virgen de Valvanera, mientras que detrás, ante el retablo mayor, estaba el Santísimo Cristo de la Sangre, de la hermandad penitencial con la que comparte sede.
La cruz alzada entre ciriales abría la cofradía y detrás iban algunas parejas de niños con cirios, el guión de San Benito y la representación con su estandarte de la hermandad del Martes Santo. A continuación, veíamos el libro de reglas, el estandarte corporativo de la Hermandad de Valvanera, la presidencia y el cuerpo de acólitos con cuatro ciriales.
Advertidos del cambio de itinerario que iba a conducir a la hermandad a entrar en el asilo por otra puerta, los miembros de la Asociación Filarmónica Cultural Santa María de las Nieves, de Olivares, se desplazaron desde la calle San Benito a la esquina de ésta con Luis Montoto a la espera de la salida del paso.
Guiado por el capataz y ex hermano mayor de la corporación, Carlos Morán, el paso de la Virgen de Valvanera se desplazó por toda la nave central y subió la rampa que salva la diferencia de altura entre el templo y la calle. Justo antes de realizar la salida, Morán mandó detenerse el paso, sobre el que tanto la imagen mariana como el roble situado detrás, alusivo a la aparición de la Virgen a Nuño Óñez y el clerigo Domingo en un árbol de esta especie, estaban hundidos en el canasto para poder pasar el dintel.
Instantes después, la Virgen de Valvanera salió de San Benito y la Banda de las Nieves tocó el Himno de España. Inmediatamente el paso volvió a pararse para que la imagen y el árbol recuperaran la altura correcta y después Carlos Morán tocó el llamador, haciendo que la Virgen comenzara su recorrido por la Calzada girando a su derecha, al contrario de lo habitual. Lo que no cambió fue la interpretación de "Valvanera, Patrona de la Calzá", la primera marcha que pudo escucharse tras el paso de plata de esta cofradía letífica.
La segunda marcha, aún en la calle San Benito, fue "Esperanza Macarena", con la que el paso de la Virgen de Valvanera fue acercándose poco a poco a la puerta de acceso al asilo ubicada en este punto. Las rosas de color rosa que adornaban el friso y las esquinas rompían el usual exorno floral blanco que casi siempre caracteriza a este paso; un color que se mantuvo en los antirrhinum que remataban las propias esquinas y la parte central de los costeros. Además, en diversos puntos del paso se colocaron pequeños pájaros artificiales de variados colores.
Con "Corpus Christi" giró la Virgen hacia la puerta por la que este año ha entrado en el recinto de las Hermanitas de los Pobres. Una vez dentro, comenzó a recorrer las instalaciones por un serpenteante camino entre los jardines hasta llegar a la parte principal del patio de camino a la fachada delantera del edificio. Para este recorrido, las marchas interpretadas por la Banda de las Nieves de Olivares fueron "Nuestra Señora de Guadalupe" y "Virgen de la Palma".
Tanto las religiosas como muchas de las personas a las que atienden en el asilo recibieron bajo los soportales de la fachada a la Virgen de Valvanera, vestida este año con manto rojo bordado en oro y toca de sobremanto. Tanto la Virgen como el Niño llevaban las coronas de plata repujada y sobredorada de Orfebrería Andaluza estrenadas hace cinco años.
Con la marcha "Encarnación Coronada" se acercó el paso y se volvió hacia la parte central de la fachada. Cuando lo hizo, una de las residentes entregó un ramo de flores a la Virgen y después se le cantó la Salve. Entretanto, algunos hermanos repartieron estampitas y abanicos.
A continuación, Carlos Morán dedicó la siguiente levantá a los ancianos y a las Hermanitas de los Pobres, el paso se levantó e inició el giro para encaminarse a la salida a la calle Luis Montoto mientras la banda tocaba "Como tú, ninguna".
La Policía Local advirtió a una de las hermanas de la cofradía, y ésta a su vez al capataz, de que para una mejor regulación del tráfico el paso debía discurrir en Luis Montoto por el carril más cercano a la residencia y después, en la confluencia con la Avenida de la Buhaira, pasar al carril del lado contrario para acceder a ese lado del barrio.
Efectivamente, cuando el paso salió a los sones de "Virgen de los Negritos", así se hizo. Pero antes de cruzar la Buhaira, la cofradía al completo estuvo parada ocupando el menor espacio posible hasta que los agentes cortaron el tráfico y, a tambor y con cierta celeridad, el cortejo ocupó el lado derecho de la calle, momento en que el paso se detuvo y un hermano aprovechó para subir y ajustar la corona de la Virgen, que se había movido ligeramente.
Seguidamente, la Virgen de Valvanera continuó su camino buscando la calle Fernando Tirado mientras la Banda de las Nieves de Olivares tocaba la marcha "Coronación".
Después de pasar por algunas calles de ese lado del barrio de la Calzada, la Virgen de Valvanera volvería a cruzar al lado de Luis Montoto donde se encuentra la parroquia por Jiménez Aranda a Alberto Durero. Así comenzaría a encarar la cofradía el tramo final de su salida procesional, que concluyó en torno a las once de la noche. La cofradía de gloria de San Benito volvió a darle el toque cofradiero sevillano a la principal devoción de la lejana Rioja.