domingo, 28 de febrero de 2010
LA BURLA Y LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN
Todos recordamos la que se lió en Dinamarca unos años atrás con aquellas viñetas sobre Mahoma que tanto ofendieron a los musulmanes de medio mundo (el otro medio es que no es musulmán) y que dieron lugar a amenazas de muerte, quema de banderas y llamada a la "guerra santa". Vamos, toda la habitual parafernalia del radicalismo medieval.
Ocurre que los cristianos somos un poco más pacíficos, lógicos y sensatos, y la Iglesia Católica hace ya unos cuantos siglos que no va pidiendo las cabezas de los infieles. Quizá por eso, en España, país moderno, demócrata y defensor de la libertad, no hay quien tenga narices de meterse con la religión de los del turbante, el petróleo, el burka y la ablación (ni siquiera los de El Jueves, que se meten con todo 'cristo', nunca mejor dicho), y sin embargo el Catolicismo y todos sus símbolos son permanentemente motivo de burla, escarnio, mofa y la retahíla de sinónimos que se os ocurran.
La imagen que veis es la portada de uno de los últimos números de la revista Cambio 16, que dirige Gorka Landaburu. ¿Qué han hecho los imaginativos diseñadores de esta publicación? Han cogido una foto de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Jerez de la Frontera y han colocado encima la cara de Zapatero. Muy ingenioso, ¿eh? ZP no está en su mejor momento por la crisis, las encuestas y el ridículo que impera en su flamante presidencia de la Unión Europea. Toda una 'pasión' para el presidente, que carga así con su 'cruz' y aguanta los pinchazos de su 'corona de espinas'.
La jerezana Hermandad de Jesús Nazareno, en lugar de asaltar la redacción de la susodicha revista y lapidar al señor Landaburu, ha puesto todo este asunto en manos de un grupo de abogados pertenecientes a la cofradía, habida cuenta de la existencia en el pasado de casos similares de utilización indigna de imágenes sevillanas como el Gran Poder, la Macarena o la Esperanza de Triana.
Y es que, desde que Pedro Almodóvar recurriera a la marcha procesional "Ione" como banda sonora de una escena de lluvia dorada (o sea, mearse uno encima de otro) en la infumable Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, nadie es moderno ni guay en este país si no se mete con la Iglesia ni ridiculiza sus símbolos. Por eso, en esa feria de 'arte' que es Arco, todos los años hay un infeliz que trata de provocar alguna polémica religiosa para que hablen de él en el telediario y poder creerse artista. Desde luego, no me explico como hoy en día Miguel Ángel, Velázquez o Martínez Montañés siguen considerándose geniales artistas si no sólo no polemizaron con la Iglesia sino que incluso trabajaron para ella.
El Consejo de Edición de Cambio 16 ha pedido disculpas "a aquellos lectores que hayan visto herida su sensibilidad o sus creencias religiosas" con la referida portada y ha lamentado "la interpretación que la Junta de Gobierno de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno" ha hecho de la misma. Eso sí, ha apelado a la libertad de expresión. Como siempre, con las mágicas palabras "libertad de expresión" está todo arreglado. Curioso, sin embargo, que cuando hablamos de creencias religiosas y de la fe de la gente, la libertad de expresión siempre apunte hacia el mismo lado y nunca hacia otro. No hay narices.
Menudo personajillo el señor Landaburu, siempre defendiendo la libertad de expresión y el derecho a la libre opinión, pero barriendo de forma casual- o causal- para el partido del Gobierno, incluso cuando ZP pactó con ETA e intentó la tregua, a sabiendas de que mentía a los ciudadanos; parece haber olvidado que esas mismas "ovejas descarriadas" le dejaron sin su dedo pulgar tras recibir un paquete bomba en la sede de su periódico....
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