La imagen de San José pertenece a la propia cofradía, aunque se trata sólo de un busto colocado sobre un soporte con la apariencia de ser de cuerpo entero.
Además de un completo exorno vegetal, en el pesebre podían verse varias herramientas para el trabajo en el campo y para el bordado, y diversos productos alimenticios, como huevos, pan, ajos, alubias y una importante variedad de piezas de fruta, dejados allí por los pastores tras acudir a adorar al Niño Jesús.
También llamaba la atención la presencia de un gallo subido en la parte superior del Nacimiento. El sonido lo ponía el agua que corría constantemente entre tres cántaros ubicados en la parte inferior derecha.
Hay que destacar el esfuerzo y el enorme gusto estético que demuestran los miembros de la Hermandad del Rosario de San Julián con el montaje de este Belén que cada año viste de Navidad las naves de la parroquia de la Puerta de Córdoba.
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