Se trata de la segunda oportunidad para el crucificado, que de un tiempo a esta parte presenta un aspecto demasiado oscurecido. En cuanto al interior, hay que tener en cuenta que a finales de los 70 el Cristo del Museo fue otra de las tallas que pasaron por las manos de Peláez del Espino, con lo que eso significa.
El pasado 6 de marzo los hermanos se pronunciaron simplemente acerca del traslado de la imagen al IAPH para ser examinado por sus profesionales y, aunque ganó el 'sí', no lo hizo con la mayoría necesaria para que tuviera validez.
Ahora estamos en las mismas. Si al menos dos tercios de los asistentes al cabildo del martes no aprueban la propuesta de la junta de gobierno, preocupada como es su obligación por el estado del titular de la hermandad, se perderá una nueva ocasión de garantizar la óptima conservación de una imagen que a su antigüedad (fue realizada en 1575 por Marcos Cabrera) se añade el material en que fue realizada, la pasta de madera, bastante más delicado que la madera propiamente dicha.
Confiemos, por tanto, en que esta vez los hermanos sí que respalden decididamente el examen de la talla y su posterior restauración por parte de quienes en los últimos años han devuelto el esplendor a un buen número de imágenes de la Semana Santa de Sevilla y de toda Andalucía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario