martes, 1 de mayo de 2012

POLÍGONO MONTANO

Cuando el pasado Lunes Santo me encontraba ante la Parroquia de San Ignacio de Loyola esperando a que abrieran la nueva puerta de salida para poder entrar a ver los pasos de la Hermandad del Polígono San Pablo no podía dejar de acordarme de Pino Montano. No es que haya tantas hermandades en Sevilla que uno ya las confunda, sino que lo vivido por ambas corporaciones en esta pasada Semana Santa son la cara y la cruz de cómo la lluvia puede afectar a una cofradía de vísperas y a otra que hace estación de penitencia a la Catedral cuando ambas están situadas en barrios lejanos del centro.


Empecemos por el Polígono. Diremos así, sin más, que si la Hermandad del Cautivo y Rescatado no hubiera abandonado el Sábado de Pasión habría podido salir sin ningún problema ininterrumpidamente estos últimos cinco años, que son los que lleva encuadrada en el Lunes Santo. No es que esté diciendo que deba volver a las vísperas. En absoluto. De hecho, considero que, pese a las dificultades, ya es una más del Lunes Santo y no me imagino un programa de mano de la jornada que comience por el Beso de Judas.
Pero pensemos que el próximo Lunes Santo será el de 2013 y la última vez que el Polígono llegó a la Catedral fue en 2009. En 2010 ya sabemos lo que pasó. Muy simple: no tenía que haber salido y lo hizo. Chorreando se puso la cofradía recorriendo la larguísima distancia que separa San Benito del Salvador bajo un intenso aguacero. Lamentable.
En 2011 ocurrió lo contrario: tenía que haber salido y no lo hizo. En este caso es evidente que si no hubiera ocurrido lo del año anterior se habría arriesgado; pero cualquiera lo intenta después de lo vivido en 2010… Y así llegamos a 2012, en que tampoco ha salido, aunque ésta ha sido la primera decisión correcta en tres años.


Vayamos ahora a Pino Montano. La cofradía salió este año a las calles dos horas y media más tarde de la hora fijada en los programas debido a la lluvia. Aproximadamente dos horas después de haber salido comenzó de nuevo a llover, por lo que la cofradía se dio literalmente la vuelta (paso de palio delante y cruz de guía detrás) y a eso de las once de la noche estaba ya dentro del templo.
¿Por qué comparo ambas cofradías y sus circunstancias recientes? Porque si el Polígono fuera aún cofradía de vísperas y Pino Montano hiciera estación a la Catedral, se intercambiarían sus papeles en lo que respecta a su relación con la lluvia.
Pino Montano pudo esperar dos horas y media. No habría podido hacerlo si su itinerario le tuviera que conducir a la Campana y la Catedral por la distancia que tendría que recorrer y por no interrumpir el discurrir del resto de hermandades con las que tuviera que compartir jornada. El Polígono jamás podrá esperar dos horas y media porque sería imposible llegar a la Campana a tiempo de una forma decente y digna.
Pino Montano pudo volverse a su templo sin apenas mojarse porque no estaba demasiado lejos. Si tuviera que ir hacia el centro no sabemos dónde le habría pillado el agua dos horas después de salir ni qué refugio habría podido encontrar. Al Polígono, como hemos recordado, ya sabemos lo que le costó encontrar uno en 2010.
Finalmente, tras dos Semanas Santas tan lluviosas como las vividas (tres si miramos al Lunes Santo), habría sido muy fácil que Pino Montano se hubiera visto perjudicada por el tiempo en alguno de estos años o en los dos (o tres). El Polígono, como ya he dicho, habría podido salir todos estos años el Sábado de Pasión, mientras que en el Lunes Santo no se ha salvado ninguno.
¿Qué conclusiones podemos sacar? En primer lugar, que el precio que tienen que pagar las hermandades de vísperas situadas en barrios alejados del centro que entran en la nómina de la Semana Santa es muy alto; no sólo por la enorme distancia que tienen que recorrer, sino porque ésta precisamente juega en su contra en días dudosos en lo meteorológico. Y en segundo lugar, que quizá no compense mucho haber entrado en la Semana Santa si uno piensa en la cantidad de grandes emociones que habría podido vivir en las vísperas y que se ha perdido.
Todo tiene sus pros y sus contras. En los próximos años veremos si a Pino Montano le sirve la experiencia del Polígono San Pablo, teniendo en cuenta, además, que la distancia que tendría que recorrer la aún cofradía del Viernes de Dolores es bastante mayor que la del Lunes Santo…

2 comentarios:

  1. Menudo artículo chorra. No mencionas nada del empuje que le ha supuesto al Polígono llegar a la Catedral. Como por ejemplo doblar su número de hermanos y nazarenos en 4 años. Además de mejorar notablemente su patrimonio al aumentar la subvención del Consejo... etc...

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  2. Querido Anónimo (¡qué nombre más raro le pusieron sus padres!). O será que es muy fácil menospreciar desde el anonimato a quien escribe con nombre y foto clarísimamente expuestos... En el artículo se menciona lo que tiene que ver con lo que se está tratando en el artículo, que es la incidencia reciente de la lluvia en las hermandades de Pino Montano y el Polígono. Cuando quiera escribir uno sobre el empuje que a su hermandad le ha supuesto su entrada en la nómina de la Semana Santa lo haré, aunque no podré consultarle a usted porque anónimos hay muchos y a saber cuál de todos ellos es usted. Por cierto, qué curioso que mencione lo de la subvención del Consejo...

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