Al margen de la procesión extraordinaria con motivo del Pregón de las Glorias, es la Hermandad de San José Obrero la encargada cada año de abrir este nuevo periodo cofradiero. Así ocurrió este pasado fin de semana, que se inició con el besamanos de la imagen titular y la ofrenda floral a base de claveles blancos que se podían adquirir en la puerta de la parroquia que da a la calle Arroyo.
El santo ocupaba el presbiterio, subido sobre la peana procesional de la Virgen de los Dolores. Presidía el altar la imagen de un Niño Jesús vestido de blanco, mientras que a cada lado del altar se encontraban la dolorosa y San Francisco de Paula. Sólo faltaba en el montaje Nuestro Padre Jesús de la Caridad, que permanecía en su lugar habitual en la nave del Evangelio.
La mano que se daba a besar en esta imagen de talla completa y procedencia extremeña era la derecha, con la que habitualmente sujeta la sierra, símbolo de su trabajo como carpintero.
El domingo era día de fiesta en el barrio con la salida de San José Obrero. Puntualmente, a las siete la tarde, se abrían las puertas del templo para que asomara la cruz de guía de una hermandad que ya tiene el triple carácter de gloria, sacramental y penitencial.
Acompañaron a la cofradía en la salida de su primigenio titular letífico las hermandades del Resucitado de La Rinconada, así como las vecinas de distrito, el Polígono de San Pablo y la Trinidad.
El paso iba completamente exornado con flores blancas, entre las que destacaban fundamentalmente los claveles y las rosas, aunque también se colocaron margaritas 'spider' y antirrinum. El santo añadía a los elementos que llevaba en el besamanos (aureola y vara de lirios) la sierra apoyada en la peana y sujeta con su mano derecha. Además, en la izquierda llevaba la medalla de la hermandad del recordado párroco Víctor García, fallecido el pasado otoño. Otra señal de luto, un crespón negro, recordaba en la delantera del paso a Juan José Soriano, hermano número dos que murió a finales del mes de marzo.
El capataz de la cofradía, Antonio Santiago, fue el encargado de dirigir a la cuadrilla de costaleros durante este recorrido por el barrio que duró más de cuatro horas. Fueron muchos los vecinos que no quisieron perderse esta salida procesional que se realizó bajo un cielo completamente limpio de nubes, en contraste con la lluvia caída el día anterior.
El acompañamiento musical corrió a cargo de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Salud, de la Hermandad de los Gitanos, a la que el Sábado de Pasión de 2013 podremos escuchar tras el Señor de la Caridad. Los sones clásicos fueron los más destacados en la procesión del pasado domingo, con marchas como "Alma de Dios" o "Virgen de la Hiniesta".
San José Obrero fue la primera de una larga lista de hermandades que saldrán a las calles a lo largo de todo lo que queda de año; hasta el mes de diciembre. Ha acertado el Consejo editando por segundo año consecutivo un programa de mano con todas las cofradías, sus horarios e itinerarios. Sin duda, las hermandad de gloria disfrutan de un nuevo y merecido periodo de esplendor.
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