lunes, 4 de junio de 2012

600 AÑOS CON LA VIRGEN DE LA HINIESTA


El pasado sábado se celebraron los principales actos conmemorativos del sexto centenario de la Hermandad de la Hiniesta, con el traslado en rosario de la aurora de la Virgen gótica desde San Julián hasta la Catedral. Por la tarde, ante el altar del jubileo, tuvo lugar la Función Solemne con motivo de dicha efeméride, presidida por el obispo auxiliar, Santiago Gómez Sierra.


Finalizada la función, a las nueve de la noche comenzó la procesión de traslado hacia el Ayuntamiento. El cortejo salió por la Puerta de San Miguel encabezado por la cruz de guía e integrado por diversas insignias habituales de la cofradía. Además, varias hermandades acompañaron a la corporación de San Julián en tan destacado acontecimiento, como fueron las de Valvanera, Divina Pastora de Santa Marina, Pasión y Muerte, los Panaderos, los Javieres, la Resurrección, el Rosario de San Julián y la Hermandad de la Virgen de la Concha, de Zamora. Además, participó una representación de la Agrupación Musical Santa María Magdalena de Arahal.







En todo momento la Virgen de la Hiniesta fue arropada por un público muy numeroso que llenó la Avenida de la Constitución. El paso iba exornado con una variedad floral compuesta por rosas champagne, nardos, azucenas y limonium, mientras que la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla fue la encargada de poner la música con el refuerzo de varios integrantes de la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de las Tres Caídas. A lo largo del breve aunque lento itinerario, se escucharon composiciones como "Hiniesta Coronada", "Madre Hiniesta", "La Estrella Sublime", "Hiniesta", "Azul y plata", "Entre varales", "Glorias de Sevilla" o "Sevilla Cofradiera".































A su llegada a la fachada principal del Ayuntamiento, el paso fue vuelto hacia la puerta, donde se encontraban el alcalde, Juan Ignacio Zoido, y el delegado de Fiestas Mayores, Gregorio Serrano. En ese momento desde el balcón central del Consistorio cayó una intensa lluvia de pétalos.





Posteriormente, el paso volvió hacia atrás para cruzar el Arquillo del Ayuntamiento y dirigirse al Salón del Apeadero, donde no sin dificultad entró finalmente la Virgen de la Hiniesta sobre las doce menos cuarto de la noche.
















En dicho inédito escenario comenzó ayer un besamanos extraordinario que se celebrará hasta mañana, martes. La Virgen llevaba los elementos propios del título de alcaldesa, como son el bastón de mando y las llaves, además de la medalla de la ciudad.
El miércoles por la noche saldrá de nuevo para situarse en el altar de la Plaza de San Francisco desde el que a la mañana siguiente presidirá la procesión del Corpus Christi y por la tarde regresará de nuevo a San Julián.













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