Así, en el cortejo figuró un guión sacramental del siglo XVIII bordado en oro fino a cartulina sobre terciopelo burdeos.
Por otro lado, en la delantera del paso se estrenaba un relicario realizado por el orfebre José Manuel Bernet Cabeza para albergar dos reliquias de Santa Ángela de la Cruz y de la beata Madre María de la Purísima. El pasado mes de mayo las Hermanas de la Cruz respondieron afirmativamente a la petición de la hermandad de recibir estas reliquias que han sido situadas a los pies de la Virgen del Juncal. Hay que recordar que la vinculación entre la cofradía y las religiosas es muy estrecha desde que en 1982, con motivo de la beatificación de Sor Ángela, la talla que Mauricio Tinoco realizó para el convento procesionara de manera extraordinaria en el paso de la Virgen del Juncal; la misma imagen que salió en el Corpus de 2009, hasta que al año siguiente José Antonio Navarro Arteaga realizó la actual.
Y el tercer estreno es el musical, ya que la Banda Municipal Cristo del Perdón, de La Rinconada, ha sustituído, tras la firma del contrato en abril, a la de las Cigarreras, que es la que ha acompañado a la hermandad en los últimos años. La nueva formación musical interpretó en el interior del templo la marcha “Virgen del Juncal”, de Alejandro Blanco, y una vez en la calle sonaron “Rosario de Monte-Sión”, “Coronación de la Macarena” o “La Estrella Sublime”, entre muchas otras.
El paso fue comandado por José Manuel Palomo como capataz y Alfredo García como auxiliar. Además, el hijo de este último, de sólo ocho años, volvió a sorprender con su seriedad mandando a los costaleros, pese a sus dificultades para alcanzar el llamador.
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