RADIANTE MAÑANA JUNTO A SANTA LUCÍA

Sol y calor presidieron la salida procesional de la Hermandad de Santa Lucía en la mañana del pasado domingo. Atendiendo a la luminosidad del cielo y a la cantidad enorme de personas que la acompañaron durante todo su itinerario, se puede afirmar que fue un acierto por parte de la cofradía pasar del horario vespertino al matinal hace algunos años.
La salida desde la sede provisional de San Román se produjo a las once de la mañana con el acompañamiento de otras cofradías como la Exaltación, el Carmen de Santa Catalina, la Mortaja, San José Obrero, Montemayor y Virgen de la Sierra.

El acompañamiento musical corrió a cargo de la Banda de Música de Nuestra Señora del Sol, que cada vez se prodiga más entre las hermandades de gloria. Los estrenos de este año en la cofradía fueron muy llamativos. Así, se pudieron ver la culminación de la restauración del dorado del paso por Emilio García Olmedo y los nuevos faldones de brocado que presentan en el frontal el escudo de la hermandad, mientras que en los laterales hay dos pinturas al óleo con motivos de la vida y martirio de Santa Lucía, obra de Pedro Gimeno Maestro.
El cortejo se dirigió en primer lugar hacia la calle Peñuelas, por Doña María Coronel alcanzó la Plaza del Cristo de Burgos y desde allí salió a la Plaza de San Leandro por Dormitorio, a los sones de "Azul y plata", "Coronación de la Macarena" y "Encarnación Coronada". En esta zona el paso ralentizó su caminar para no molestar el final de la misa que se estaba celebrando en ese momento en la iglesia del convento. Además, una vez cerrado el templo, la banda tocó los tambores de forma más leve, quizá para evitar mayores daños a la fachada del convento, que sufre continuos desprendimientos, como se puede observar en el rótulo de la plaza, al que le faltan varias letras.

El paso con la santa de Siracusa continuó por Cardenal Cervantes para salir a una soleda calle Santiago. La revirá de una calle a otra la llevó a cabo el paso muy lentamente mientras la Banda del Sol tocaba "La Madrugá", seguida más adelante por "Valle de Sevilla". El sol, que recorría la calle Santiago desde Muro de los Navarros, permitió contemplar con detalle otro de los estrenos de este año, como fue el bordado de las dalmáticas de los acólitos, que incluyen el escudo de la corporación, por parte de las Carmelitas Descalzas del Convento de las Teresas.

Desde Santiago salió Santa Lucía para reencontrarse con la añorada Iglesia de Santa Catalina. El paso se detuvo frente a la puerta principal, donde el capataz, Juan León, pidió a sus costaleros una levantá a pulso "para que veamos pronto nuestra casa abierta".

A través de la calle Capataz Manuel Santiago llegó a la Plaza de los Terceros a los sones de "Hosanna in excelsis" antes de alcanzar la puerta de la Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación, donde el paso se volvió ante la representación de la Hermandad de la Cena. La banda acompañó este momento con las marchas "María Santísima del Subterráneo" y "Corpus Christi".

Ya en la Plaza de San Román, se interpretó "Pasan los Campanilleros" y después, mientras el paso realizaba un giro completo ante la puerta de la parroquia, "Sevilla cofradiera". A las dos y cuarto de la tarde quedó definitivamente detenido el paso en el interior de San Román e inmediatamente comenzó su desmontaje.

La Hermandad de Santa Lucía cumplía así con su salida procesional en un año en que ha tenido la dicha de ser la elegida para presidir el Pregón de las Glorias, con aquella doble salida de ida y vuelta a la Catedral en el primer fin de semana del pasado mes de mayo.