Así, en un lado de la Capilla del Sagrado Corazón, donde tuvo lugar el besamanos, los productos donados por los fieles se fueron situando en una especie de arcón para su posterior traslado al Banco de Alimentos.
En lo que respecta al besamanos de la Virgen de Araceli, contó con la colaboración de diversas hermandades, que cedieron algunos de los enseres utilizados. La Hermandad del Sol prestó la ráfaga, la de Valvanera la corona y la de los Panaderos el manto; por otro lado, se utilizaron otros enseres de las cofradías de Santa Marta y la Lanzada.
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