Desde el pasado mes de diciembre, Sevilla cuenta con una calle denominada Imaginero Luis Álvarez Duarte. Se trata de la que hasta ahora era la calle General Martínez Vara del Rey, en el barrio de San José Obrero. La ubicación no es casual, dado que el reconocido imaginero sevillano, que ya tenía calles dedicadas en Dos Hermanas y en San Fernando, nació en dicho barrio y para la parroquia del mismo realizó su primera imagen, la Virgen de los Dolores, con sólo once años de edad, siendo bendecida cuando tenía doce; de ahí que a veces se confunda el dato relativo a la edad que tenía el precoz imaginero cuando la talló.
La iniciativa partió hace varios años de la Hermandad del Polígono San Pablo, cuyas imágenes titulares y el conjunto escultórico del paso de misterio salieron de las gubias del artista. A ella se sumaron el resto de cofradías de Sevilla y muchas de fuera que tienen imágenes suyas, además de otras corporaciones para las que ha hecho diversos trabajos, como el Gran Poder o la Esperanza de Triana, junto con la Casa de Alba y la Fundación Cruzcampo.
Finalmente, en el Pleno municipal de febrero de 2011 se aprobó esta nueva denominación, aunque no ha sido hasta ahora cuando se ha materializado en un acto que tuvo lugar el pasado 12 de diciembre, festividad de la Virgen de Guadalupe, advocación de la talla que le abrió las puertas del mundo cofradiero gracias a la admiración que despertó la dolorosa de la Hermandad de las Aguas.
La rotulación de esta calle en honor de Luis Álvarez Duarte ha coincidido con la edición del libro "El niño imaginero", escrito por el periodista José Joaquín León y basado en una extensísima entrevista en la que el artista recuerda toda su trayectoria desde sus inicios hasta la actualidad. Un relato que supone un repaso a, como indica el subtítulo, "medio siglo de cofradías" y que resulta muy curioso por algunas de las revelaciones que se incluyen en él.
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