viernes, 25 de enero de 2013

SEVILLA EN JEREZ (VI): De la soledad del Cachorro al completo misterio de la Cena

La Hermandad de la Cena es, sin duda, una de las más interesantes de la Semana Santa jerezana en lo que a su patrimonio se refiere, pero también en lo puramente cofradiero. No en vano, el modo de andar del paso de misterio es muy característico y aplaudido año tras año. Pero además, en lo que tiene que ver con el objeto de esta serie de artículos, la Cena jerezana es probablemente de las que más contenido nos va a aportar.
Empezando por el paso de misterio, aunque la inmensísima mayoría de los cofrades sevillanos ignora dónde fueron a parar todos los pasos, imágenes o enseres perdidos de su Semana Santa, en este caso  muy pocos son los que no saben que el conjunto escultórico de la Cena de Jerez procesiona sobre un maravilloso paso tallado por Antonio Castillo Lastrucci en 1929 para el Cachorro. Sobre él cruzaba el Guadalquivir el trianero Cristo de la Expiración cada Viernes Santo hasta 1973. Al año siguiente se trasladó a Jerez gracias a los cofrades Juan Cervilla y Justo Garzón, quienes cerraron la operación por 325.000 pesetas (en 1929 la Hermandad del Cachorro pagó 50.000 por su ejecución). Curiosamente, en un principio el paso se le ofreció a la Hermandad de la Defensión, pero lo rechazó porque no encajaba con su carácter sobrio, por lo que la segunda y definitiva opción fue la Cena. De entre los hermanos de mayor edad del Cachorro, aún son bastantes los que recuerdan este paso y lamentan su venta.

A la izquierda, el paso de la Cena de Jerez (Foto: amestrella.blogspot.com); a la derecha, una antigua postal del Cachorro sobre el mismo paso saliendo de la Catedral

Hay que señalar que entre 2008 y 2010 este paso fue restaurado de manera concienzuda por la empresa Ressur, que le devolvió el esplendor que el paso del tiempo le había ido robando. Por este motivo, en 2009 el Señor de la Cena realizó la estación de penitencia solo, sin el apostolado, sobre el paso del Santo Crucifijo de la Salud, cedido generosamente por la cofradía de San Miguel, de la que también hablaremos en esta serie.
Por otro lado, antes de adquirir el antiguo paso del Cachorro, el misterio de la Cena estuvo procesionando varios años sobre un paso primero cedido y luego vendido por la Hermandad de las Angustias, que en su origen había pertenecido a la Lanzada sevillana, como ya vimos en el capítulo IV (ver aquí).

El misterio de la Cena, ya con los primeros apóstoles de Ortega Bru, sobre el paso que fue de la Hermandad de las Angustias y, antes, de la Lanzada de Sevilla

En cuanto al conjunto escultórico de la Cena jerezana, se trata de una obra de Luis Ortega Bru, salvo cinco de los apóstoles. Destaca, como es obvio, la imagen del Señor, estrenada en 1967. Su contemplación permite hacernos una idea de cómo sería la Cena de Sevilla si el imaginero de San Roque no sólo hubiera tallado a los apóstoles, sino también a Jesús. Se trata de una imagen con los rasgos típicos de las obras de Ortega Bru; de hecho, guarda un gran parecido con el Señor en su Soberano Poder de San Gonzalo.

Nuestro Padre Jesús de la Sagrada Cena

Bru realizó los apóstoles entre 1969 (los cuatro primeros) y 1975 (otros tres). Faltaban, por tanto, cinco para completar el misterio: Andrés, Felipe, Judas Tadeo, Tomás y Simón. Diferentes contratiempos fueron retrasando la culminación de la obra, algo que la muerte del imaginero en 1982 definitivamente frustró. Curiosamente, entre 1975 y 1982 sí que tuvo tiempo de realizar al completo el apostolado de la Cena de Sevilla. En cualquier caso, y para ser justos con la realidad, hay que destacar que la hermandad jerezana se adelantó a la sevillana en confiar en el artista gaditano para la talla del misterio de la Última Cena, encargándole incluso la imagen titular.
Para representar a esos cinco apóstoles que faltaban se seleccionaron las mejores tallas del antiguo misterio, que fueron las que formaron parte del paso hasta que en 2003 se estrenaron las nuevas imágenes talladas por los Hermanos Ortega Alonso, sobrinos de Ortega Bru, dando lugar por fin a una reconocible similitud estilística en todo el conjunto escultórico.
Pasamos ahora al paso de palio de Santa María de la Paz y Concordia. Sobre él tenemos que comentar algo parecido a lo que señálabamos del antiguo paso de misterio: una venta de una hermandad de Sevilla a una de Jerez que finalmente acaba en otra cofradía jerezana distinta. Así, la primera salida de la Virgen de la Paz y Concordia (no era la imagen actual que procede de El Puerto de Santa María) la realizó bajo un palio que perteneció a la Hermandad de las Penas de San Vicente, realizado por el orfebre Eduardo Seco Imberg, dado que las caídas eran de metal plateado, en 1929. En muy pocos años, en 1935, fue vendido a la Hermandad del Prendimiento de Jerez para cobijar a la Virgen del Desamparo. Finalmente, pasó a la Hermandad de la Cena, donde salió por primera vez en 1964.
La cofradía dejó de utilizar este palio en 1976, pero lo sigue conservando para sus cultos internos, así como para la salida de la Virgen de la Paz y Concordia en sus Misterios Gloriosos, que en los dos últimos años ha tenido lugar con motivo de la festividad del Corpus Christi.

A la izquierda, la Virgen de los Dolores de la Hermandad de las Penas de San Vicente bajo el palio de Eduardo Seco Imberg (Foto: ABC); a la derecha, el mismo palio en la actualidad con algunas modificaciones, utilizado para el traslado de la Virgen de la Paz y Concordia Gloriosa en el Corpus de Jerez (Foto: pamsafotografo.blogspot.com)

Como curiosidad, hay que apuntar que esas caídas estuvieron en Sevilla en diciembre de 2011, dado que fueron cedidas a la Hermandad de la Esperanza de Triana para que formaran parte del montaje ideado por la priostía durante el besamanos de la Esperanza.

 Besamanos de la Esperanza de Triana de 2011 con las caídas de Seco Imberg al fondo (Foto: lapasiondeandalucia.blogspot.com)

Siguiendo la principal característica de ese antiguo palio (estar realizado en metal plateado en lugar de tela bordada), la Hermandad de la Cena de Jerez encargó al taller de Viuda de Villarreal un nuevo palio de plata cincelada y repujada, con un techo bordado por Esperanza Elena Caro. Éste es el admirable palio que actualmente cobija a la dolorosa de la Paz y Concordia en su estación de penitencia del Lunes Santo.

Imagen actual del palio de Santa María de la Paz y Concordia (Foto: reporterosjerez.com)

Para terminar, es importante destacar que la influencia sevillana se deja notar, en el caso de la Hermandad de la Cena, incluso en el escudo de la propia cofradía. Y es que, aunque en sus orígenes era diferente, en un momento dado se optó por adaptar el escudo de la Cena de Sevilla, con algunos matices distintos que, en cualquier caso, pasan completamente desapercibidos en un rápido vistazo.

El escudo de la Hermandad de la Cena de Sevilla junto al que aparece en el estandarte de la Cena jerezana (Foto: jerezsiempre.com)

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