Lo más llamativo era la presencia de una de las marías de ese antiguo calvario, recientemente restaurada por Antonio Daniel Comas, y que en el nacimiento hacía las veces de Virgen María. Como San José figuraba la talla de San Juan Evangelista que recibe culto en el retablo situado a los pies de la nave de la Epístola del templo (donde estuvieron durante años los titulares de la Hermandad de la Bofetá), junto a las imágenes de José de Arimatea y Nicodemo de Álvarez Duarte, quienes en el belén estaban caracterizados uno como rey mago y el otro como pastor.
Del mismo imaginero aparecían también la Magdalena y el soldado romano, este último haciendo las veces igualmente de pastor junto a otra de las marías del antiguo calvario. Además, la Hermandad de la Borriquita de Tocina prestó la talla de una mujer con un niño.
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