El Señor, con túnica morada, estaba elevado sobre los respiraderos del paso de palio, entre los candelabros de guardabrisas del misterio. A sus pies, un exorno floral compuesto de claveles rojos y lirios morados, colocados entre un pequeño monte de corcho. Detrás, había dos de los hachones que se utilizan para iluminar las andas del vía crucis de la cofradía y dos jarras. Además, a ambos lados del dosel se situaron hasta 28 candeleros del paso de palio.
Todo el conjunto quedaba enmarcado en el enorme cortinaje morado que ocultaba el retablo de la capilla.
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