Desde su regreso a Santa María La Blanca la tarde del pasado 18 de enero (podéis recordar el traslado pinchando
aquí), la Virgen de las Nieves ocupa su camarín tras cerca de tres años de exilio en San Nicolás. Vestida completamente de blanco, como requiere su advocación, preside de nuevo un templo que está siendo objeto de múltiples visitas no sólo por parte de los feligreses que tanto han colaborado, y lo siguen haciendo, en sus necesarias obras de restauración, sino también de curiosos, turistas y amantes del arte en general que tienen en la antigua judería un auténtico tesoro del que poder disfrutar.
Además, se han instalado diferentes paneles informativos que explican de manera pormenorizada las dos fases de restauración que se han llevado a cabo hasta ahora (en las cubiertas y en la solería), a las que se unirá a partir de 2014 la recuperación de las yeserías, los dorados y las pinturas murales.
En cualquier caso, al menos por este año recién iniciado, la Virgen de las Nieves podrá recibir en su casa a cuantos quieran visitarla, y desde ella realizará su salida procesional el próximo mes de octubre.
Por otro lado, la reapertura de Santa María La Blanca ha permitido también el reencuentro con antiguas devociones de la ciudad, como son las imágenes titulares de la Hermandad del Lavatorio, extinguida en su aspecto penitencial en 1662 (hasta el siglo XX tuvo actividad como cofradía sacramental), año en que salió por última vez en la tarde del Jueves Santo.
El Santo Cristo del Mandato (Diego García de Santa Ana, 1599), la Virgen del Pópulo (atribuída a Pedro Nieto, hacia 1640) y San Juan Evangelista (anónimo, último tercio del siglo XVII), presiden la Capilla Sacramental del templo en un retablo dorado caracterizado por un gran arco de medio punto que cobija a las tres imágenes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario