Decía hace unos días el ex hermano mayor del Cachorro, José María Ruiz Romero, que cuando los meteorólogos dan un porcentaje de lluvia, aunque sea sólo un veinte por ciento, hay que ser responsable y no salir, porque aunque la probabilidad sea baja, es un riesgo que existe. Ocurre que toda moneda tiene dos caras. Si existe un veinte por ciento de probabilidades de lluvia, existe un ochenta por ciento de probabilidades de que no llueva. Y en ese caso, lo irresponsable sería quedarse en el templo.
Afortunadamente, la junta de gobierno de la Hermandad del Polígono de San Pablo decidió arriesgar... y ganó. Y no con un veinte por ciento, sino con un setenta. Probablemente la joven cofradía optó por asumir el riesgo para tratar de evitar con todas sus fuerzas una nueva estación de penitencia suspendida. Así, a las once y media de la mañana la dorada cruz de guía abandonaba la Parroquia de San Ignacio de Loyola (al fin se pudo estrenar la nueva puerta de salida), cosa que no hacía desde 2010, dispuesta a alcanzar la carrera oficial, cosa que no hacía desde 2009. Desde su incorporación al Lunes Santo, la hermandad trinitaria sólo había podido completar dos veces (las dos primeras) su estación de penitencia. Este año había que intentar al menos igualar las estadísticas.
La última vez que salió a la calle, aún quedaban por dorar los candelabros de guardabrisas y los respiraderos del paso de misterio, en cuya delantera el Cautivo y Rescatado lucía una nueva túnica morada lisa. Se notaba la emoción de los vecinos del Polígono cuando por fin veían a su Cristo recorrer los primeros metros de su largo itinerario. Y se notaba también el temor a que esas nubes que presidían el cielo volvieran a hacer de las suyas.
Tomó decididamente el misterio la Avenida de Pedro Romero arrastrando tras de sí a un buen número de vecinos y devotos. Y casi sin salir de ella, comenzaron a caer algunas gotas que provocaron la apertura de los paraguas. Fue sólo un instante. El riesgo existía, la hermandad lo sabía, pero con muy buena intuición se decidió hacer caso omiso a esas gotas y continuar siempre de frente a los sones de la Banda de las Tres Caídas, a la que este año esperaba una maratoniana jornada.
Más tarde llegaba la Virgen del Rosario, con un exquisito exorno floral compuesto fundamentalmente por rosas de color rosa en las jarras delanteras y laterales. Aún queda lejos el palio que confeccionará Charo Bernardino para esta dolorosa, ya que su estreno se prevé para 2017. Por ello, de nuevo se vio este paso con el palio azul liso que se estrenó en su primera estación de penitencia a la Catedral en 2008. De nuevo la leve lluvia hizo temer lo peor a los presentes y de nuevo desapareció pronto para tranquilidad de todos.
En Luis Montoto, donde hace tres años comenzó a llover con gran intensidad provocando una carrera sin descanso hasta el Salvador, esperaban sendas representaciones de las hermandades de San Benito y la Virgen de Valvanera. Asomada a la pequeña puerta que da a dicha calle se podía ver el palio de la Encarnación. Pero no llovió; ni en Luis Montoto, ni en ningún otro punto de su recorrido. Este año sí, por fin, la Hermandad del Polígono de San Pablo pudo conquistar el centro y completar una brillante estación de penitencia.
Lejos de allí iniciaba también su camino la Hermandad de Santa Genoveva, que en 2012 tuvo que quedarse también en casa. Nuestro Padre Jesús Cautivo, que en los próximos meses será sometido a una restauración a cargo de Fernando Aguado, ofreció una imagen clásica, vistiendo túnica morada sobre un paso exornado con monte de claveles rojos y friso de lirios morados.
Tras las amplias avenidas que caracterizan la primera parte de su itinerario, el Cautivo buscó las calles del barrio del Porvenir en su camino hacia el Parque de María Luisa, al que le faltó el sol que con tanta fuerza brillaba a esa hora el día anterior... antes del aguacero.
Tras una gran cantidad de nazarenos de túnica blanca, antifaz y capa negros y escudo mercedario al pecho, avanzaba con paso firme el paso de palio de la Virgen de las Mercedes para tratar de paliar el leve retraso con el que a esa hora discurría. Es un paso que se mueve muy bien, pese a las levantás que siguen siendo en ocasiones demasiado violentas. Llamó la atención el exorno floral, fundamentalmente por la gruesa base de hojas verdes que tenían las jarras laterales debajo de las piñas de claveles blancos. En cuanto al atavío de la dolorosa de José Paz Vélez, hay que destacar el colorido fajín que lucía sobre la saya blanca.
La corona real que remata la bambalina trasera del palio se desprendió por el lado izquierdo, quién sabe si a causa de una de esas violentas levantás a las que aludía más arriba. La parada del palio ante la representación de la Hermandad de la Paz, en la confluencia de las calles Río de la Plata y Brasil, se aprovechó para arreglarlo. En este punto, antes de la levantá se pidió a la Virgen de las Mercedes que en 2014 la Paz pueda tener una estación de penitencia sin sobresaltos. El palio de Santa Genoveva se alejó a los sones de "Virgen de la Paz" camino del Parque.
La Hermandad del Beso de Judas tiene tirón. Es una cofradía con un gusto exquisito que ha sabido crecer sin prisa pero sin pausa a lo largo de las últimas décadas, consiguiendo un patrimonio artístico de primer orden. A ello ha contribuido el canasto de los Hermanos Caballero estrenado en 2005 y la reforma del paso de palio al que aún le falta el manto bordado que será pronto una realidad.
Es una hermandad que además cuida mucho el exorno floral. El misterio de Nuestro Padre Jesús de la Redención, por ejemplo, llevaba una preciosa combinación de flores de tonos morados y malvas. Del movimiento que los costaleros, dirigidos por Paco Reguera, imprimen a ese paso tampoco vamos a descubrir nada ahora; así como de la Agrupación Musical de la Redención, cada día más perfecta. Impecable. La revirá de Laraña a Orfila reunió a un numerosísimo público, sabedor de que iba a asistir a uno de los grandes momentos del Lunes Santo, que tuvo su continuidad en su parada ante la Capilla de San Andrés y en la revirá hacia Javier Lasso de la Vega.
Este paso estrenaba maniguetas labradas por los Hermanos Caballero, a las que se agarraban unos manigueteros que vestían nuevas túnicas compuestas de antifaz y sotana de terciopelo morado; verde en el palio.
Y otro estreno era el Mediatrix bordado por Francisco Carrera Iglesias y presidido por una miniatura de la Virgen del Rocío de Almonte, cuya hermandad matriz lleva cincuenta años como hermana mayor honoraria de la del Beso de Judas.
Del paso de palio de la Virgen del Rocío lo que más llamó la atención fue el exorno floral, a base de rosas de color malva. La combinación no podía ser más adecuada en una cofradía donde los colores morado y verde son los más representativos. Incluso la dolorosa combinaba el manto verde con la saya morada. Ante la representación de la Hermandad de los Panaderos la Banda de las Nieves de Olivares interpretó la marcha "Virgen de Regla".
El Lunes Santo estaba venciendo a los porcentajes de lluvia. Todo estaba saliendo según lo previsto, salvo la salida de San Gonzalo, que se retrasó lo indecible para demostrar, una vez más, que algunas cofradías tienen unos horarios de permanencia en la calle demasiado inflados. Pero primero vamos a la Parroquia de San Andrés. A las 18,25 debía salir una cruz de guía negra con apliques de plata camino de la carrera oficial. La experiencia de otros años nos decía que la Hermandad de Santa Marta podía perfectamente quedarse en el templo aunque otras cofradías estuvieran en la calle.
Por un momento pensamos que podía ocurrir también este Lunes Santo, cuando veíamos que el reloj avanzaba, que ya habían pasado algunos minutos de la hora prevista y que la puerta de San Andrés seguía cerrada. Finalmente, para alivio de todos, no iba a truncarse esta jornada que apuntaba a manifestarse en toda su plenitud con sus nueve hermandades haciendo estación de penitencia.
La cruz de guía, entre fúnebres toques de campana, comenzaba a abrirse paso casi sin detenerse por García Tassara, Amor de Dios, San Miguel...
Gran cofradía la de Santa Marta. Pasa rápido, teniendo en cuenta que roza el millar de nazarenos, separados por interesantes insignias que acaban con el estandarte, la presidencia y unos ciriales encabezados por una cruz con manguilla tras la que se adivina el magnífico paso de misterio de Nuestro Padre Jesús de la Caridad en su Traslado al Sepulcro y la Virgen de las Penas.
Llevaba el paso lirios morados, como casi siempre. Hay que recordar que en 2011, la última vez que este misterio salió a las calles, fueron jacintos morados los que lo exornaban. Pero este año se volvió a lo tradicional, a esos lirios entre los que brota, justo bajo la mano derecha del Señor, una rosa roja.
Casi a la misma hora que Santa Marta se ponía en la calle la Hermandad de las Aguas, que, no sin polémica durante los últimos meses, estrenaba acompañamiento musical gracias a una junta de gobierno que tan pronto renueva a las bandas por cuatro años como de repente cambia de opinión y rompe el contrato con ambas por vaya usted a saber qué razones. El caso es que el misterio del Santísimo Cristo de las Aguas y la Virgen del Mayor Dolor se presentó este Lunes Santo en la calle sonando exactamente igual que el del Polígono (viva la diversidad). La Banda de las Tres Caídas hizo doblete en esta jornada tras dejar al Cautivo y Rescatado en la Catedral y dirigirse a la cercana Capilla del Rosario.
El magnífico paso del Cristo de las Aguas lucía una curiosa combinación de flores de color rojo, a juego con la túnica del ángel recién restaurado que recoge con un cáliz la mezcla de sangre y agua que brota del costado del crucificado.
Por la rectísima calle Castelar, que puede que sea la más recta de todas las calles del casco antiguo, el misterio alcanzó la Plaza de Molviedro, con parada obligada ante la Hermandad de Jesús Despojado. Se echaron de menos los inconfundibles sones de la extraordinaria Banda del Sol.
En cierta forma, el paso de palio de la Virgen de Guadalupe, acompañada por vez primera por la Banda Municipal de Mairena del Alcor, también trajo aires trianeros, aunque no tanto musicales, como florales. Y es que presentó unas esquinas cuajadas de flores al más puro estilo de la calle Pureza. En este caso eran gladiolos blancos tanto en las esquinas como en las jarras laterales, mientras que en la delantera llevaba rosas también blancas. La dolorosa de Álvarez Duarte hizo una lenta revirá hacia Molviedro a los sones de "La Madrugá".
Con el Lunes Santo de 2013 ya imparable y sin riesgos de agua que lo estropeasen, los alrededores de la Catedral y la Puerta de Jerez eran un hervidero de gente debido al inicio del itinerario de regreso a casa de la Hermandad de Santa Genoveva. Miles de fotografías se le hacían al Cautivo del Tiro de Línea en cada parada, aprovechando el bello marco del Hotel Alfonso XIII y la grandiosidad de los árboles que lo rodean.
Mientras tanto, el paso de palio de la Virgen de las Mercedes bajaba la calle San Gregorio con la candelería completamente apagada. Difícil tarea tenían los encargados de la caña de todas las cofradías en esta noche de Lunes Santo.
Y mucha gente también la que esperaba en la Plaza del Triunfo la salida de la Catedral de la Hermandad de San Gonzalo, hermandad que había salido de su parroquia casi dos horas después de lo previsto para asegurarse de no repetir las lamentables escenas de 2012. Pese a todo, llegó a su hora a la Campana. Después, se dejaría ir en su regreso, de forma que el paso de palio entró de nuevo en el templo a las cuatro de la madrugada. Lo de estas hermandades que juegan con su propio ritmo de paso como el que juega con la plastilina sería digno de un análisis más profundo.
El misterio del Soberano Poder ante Caifás atrae a muchísima gente. Y entre toda ella, son auténtica legión los aplaudidores; es decir, aquéllos que esperan que el paso se mueva como saben que se va a mover en un momento concreto de la marcha para romper a aplaudir como si lo visto fuera absolutamente inédito, sorprendente. No hace falta ni siquiera que la cuadrilla complete el movimiento coreografiado; basta con que lo apunte tan sólo para que los aplaudidores puedan dar rienda suelta a sus palmas.
Está claro, en cualquier caso, que esa cuadrilla bien merece el reconocimiento, como también lo merece la Banda de Las Cigarreras. Bien por las hermandades que saben cuál es su estilo musical y no lo cambian según el capricho puntual de una junta de gobierno.
Lo bueno de ver una cofradía con tantos nazarenos a la salida de la Catedral, es que al tener que dejar pronto el paso libre para las que vienen detrás, la velocidad del cortejo aumenta. Así, no hubo que esperar demasiado para ver ya el paso de palio de la Virgen de la Salud. Es éste otro de esos pasos de palio que se mueven muy bien y que no pueden negar ser de auténtico barrio. Flores blancas, a juego con el manto y la saya de la dolorosa de Ortega Bru, componían el exorno floral de este paso, que cruzaba la Avenida cuando la Virgen de los Dolores de la Hermandad de las Penas estaba entrando en la Catedral.
La Hermandad de la Vera+Cruz, protagonista que fue del Lunes Santo de 2012 con aquella salida sin pasos, pero con el Lignum Crucis (protagonismo después reeditado en el vía crucis del Año de la Fe), regresaba también a casa, aunque de forma más ágil. El paso del crucificado más antiguo de la Semana Santa iba exornado con los clásicos lirios morados, salpicados de cardos. El farol de uno de los ángeles ceriferarios se movía demasiado, por lo que tuvo que ser ajustado en la Plaza de la Gavidia para evitar su caída.
La Virgen de las Tristezas ha ganado bastante desde que Antonio Bejarano se ocupa de vestirla. Para muchos, ha sido todo un descubrimiento esta talla de Antonio Illanes que, aunque a simple vista no lo parezca por la enorme distancia estilística entre ambas corporaciones, guarda un gran parecido con la Virgen de la Paz. Su sencillo paso de palio ofreció este año la sorpresa de ir exornado con rosas blancas, en lugar de los acostumbrados lirios del mismo color.
Ambos pasos recibieron dos saetas cada uno en la Gavidia. Con el palio en este punto, la cruz de guía de las Penas de San Vicente ya asomaba por la calle Santa Vicenta María. En general, no ha gustado mucho el nuevo recorrido de vuelta de esta hermandad, pasando por la desierta Campana y por Alfonso XII, en lugar de seguir a la Vera+Cruz por Orfila y Javier Lasso de la Vega. Veremos si se mantiene para el año que viene, porque lo cierto es que la principal motivación para este cambio, que era entrar antes en el templo, no tuvo su reflejo en la práctica, ya que el paso de palio entró una media hora más tarde de lo previsto.
El Señor de las Penas estrenaba en la calle la tercera túnica bordada para esta imagen por Manuel Mendoza y Salvador Aguilar; ésta sobre terciopelo burdeos. Un monte de claveles rojos exornaba el paso.
Clasicismo también en el palio de la Virgen de los Dolores, con claveles blancos en el paso, y algunos rojos a los pies de la dolorosa, sobre la peana. Destacaba la reciente restauración de la caída frontal del palio, a cargo de Sucesores de Caro. Principalmente se notaba en el dorado tan vivo de los flecos. Como siempre, una delicia escuchar a la Banda del Maestro Tejera detrás de este paso de palio.
La actual junta de gobierno de la Hermandad del Museo se propuso adelantar en la medida de lo posible la entrada de la cofradía, evitando regresos tan tardíos como los vividos en los últimos años. Así se notó este Lunes Santo. Cuando el palio de las Penas aún no había entrado en San Vicente, el Santísimo Cristo de la Expiración estaba ya en la calle Alfonso XII, mucho más cerca de la Plaza del Museo que de la Campana.
El simpar crucificado de Marcos Cabrera lució en la calle su impecable restauración, llevada a cabo en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. Además, en su paso encontramos una de los más sorprendentes exornos florales de toda la Semana Santa, al presentarse con un monte de lirios morados en lugar de los habituales claveles rojos. Sin duda, un gran acierto por parte de la Hermandad del Museo.
La Virgen de las Aguas venía acompañada de una gran cantidad de público que hacía pequeña la calle Alfonso XII. Se podían oír comentarios señalando que otros años se ha podido andar más o menos cómodamente junto a los pasos. Quizá la gente pensó que había que aprovechar hasta el final un día que había salido bien, por lo que pudiera pasar en las jornadas siguientes.
Al llegar a la Plaza del Museo, una saetera recordó a Pepe Peregil, fallecido en enero del año pasado. Era ésta la primera salida del Museo sin que el añorado cantaor estuviera contemplando a los titulares en la plaza. Posteriormente, como ya hiciera con el Cristo de la Expiración, Álex Ortiz cantó una saeta a la Virgen desde un balcón de la casa hermandad.
Como marca el guión, la Banda de la Oliva de Salteras interpretó la marcha "Virgen de las Aguas" mientras el palio se daba la vuelta para entrar mirando hacia su plaza.
Eran las tres y diecinueve minutos de la madrugada cuando el palio de la Virgen de las Aguas entraba en la Capilla del Museo, casi una hora antes que en 2011 y sólo cuatro minutos después de lo que decían los programas de mano.
Grandioso Lunes Santo en el que las nueve cofradías se impusieron a las nubes, asumiendo todas ellas, pero sobre todo las primeras de la jornada, el riesgo de las probabilidades de forma acertada. Lunes Santo completo al fin, como no se vivía desde aquel lejano 2009.
no comparemos la banda del sol en las aguas con Triana.....ha ganado 100% le duela a quien le duela, y si en el moviedro no se escucho a la banda del sol....se escucho a Triana, que hoy por hoy es la numero 1, el publico lo agradecio
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