Vestía tanto el manto rojo como la saya blanca de salida y estaba flanqueada por jarras de flores blancas y cuatro grandes candeleros. Además, detrás de la patrona de capataces y costaleros se dispusieron dos antiguos candelabros de plata pertenecientes a la Hermandad de San Isidoro.
El lugar habitual de culto de Madre de Dios del Rosario en su camarín estaba ocupado por el Simpecado de esta cofradía trianera.
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