La Hermandad de Santa Cruz firmó con dicho artista el convenio de restauración el pasado 7 de junio y en algo más de un mes ya se pueden ver los resultados de una actuación que ha consistido en una limpieza superficial de los azulejos, fijación del estrato superior para evitar desprendimientos, reintegración volumétrica en las zonas donde han desaparecido algunas partes, reintegración cromática y protección superficial en las partes reintegradas.
Asimismo, se ha aprovechado para repintar de blanco la estructura de ladrillo que rodea a los azulejos y que presentaba algunos parches por la caída de zonas de la pintura.
La cofradía que cierra el Martes Santo se ha preocupado así por la correcta conservación de uno de los retablos cerámicos más visitados y fotografiados de la ciudad por los cientos de turistas que diariamente pasan por este lugar tan emblemático de la Sevilla monumental.
Por este motivo, la imagen de Nuestra Señora de los Dolores ocupa el retablo del crucificado, mientras que en el lugar de la dolorosa de Antonio Eslava se sitúa la Virgen de la Paz, que preside habitualmente la Parroquia desde su templete, ahora oculto por el dosel del Cristo de las Misericordias.
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