Nuestra Señora del Carmen en sus Misterios Dolorosos vestía manto celeste, saya blanca y la corona de salida. En la mano izquierda portaba una rosa de pasión, mientras que en la derecha llevaba el clásico escapulario carmelita.
Flanqueaban a la imagen dos faroles de plata, mientras que el exorno floral lo componían flores blancas de diversas especies y la iluminación se basaba en candeleros de cera blanca. Asimismo, en el altar se situaron el estandarte corporativo y el banderín del Carmen.
La solemne función en honor a la Virgen del Carmen fue oficiada por el párroco de Omnium Sanctorum y director espiritual de la hermandad, Pedro Juan Álvarez Barrera.
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