Abría el cortejo la cruz alzada y ciriales portados por acólitos que lucían el escapulario marrón característico de esta advocación mariana. Asimismo, diversas hermandades acompañaron con sus estandartes al Carmen de San Leandro, como la Anunciación de Juan XXIII, San José Obrero, la Candelaria Madre de Dios, el Carmen de San Gil o la Resurrección de La Rinconada.
Pedro Velázquez Montañés, que no dejó de alabar el trabajo de los costaleros y animarlos, fue el encargado de guiar el paso, que contó con el acompañamiento de la Asociación Musical de La Algaba, la cual recibió a la Virgen del Carmen en la calle con la marcha "Aniversario en San Leandro". Desde la Plaza de San Gabriel, el paso tomó por la calle Cereza a los sones de "La Estrella Sublime", mientras que en la revirá con Avellana, se giró levemente ante un altar montado en plena calle con una pequeña dolorosa y un crucifijo, todo ello mientras la banda tocaba "Reina de San Román". A continuación, la Virgen del Carmen siguió por la calle Manzana hacia Doctor Fedriani con marchas como "Caridad del Guadalquivir" y "Dolores del Cerro".
Poco a poco, sonando "Pasa la Virgen Macarena", el paso fue avanzando hacia la puerta principal del centro hospitalario. La banda tocó a continuación "Encarnación Coronada" con el ya clásico canto del Ave María con el paso ya cuadrado ante la puerta. Después se pudo escuchar "La Macarena", de Paco Lola, tras la que los presentes cantaron la Salve a la Virgen del Carmen.
Finalizada la visita que cada año realiza esta hermandad en dos ocasiones, en julio con la Virgen del Carmen y en noviembre con el Señor de la Bondad, el paso comenzó a alejarse a los sones de "A ti Manué" y "Virgen de los Ángeles", con la que salió de nuevo a Doctor Fedriani.
Anochecía ya sobre Sevilla y poco a poco se levantaba un poco de viento que iba a traer de cabeza al encargado de encender la candelería del paso de la Virgen del Carmen. Con cierta celeridad para que se reabriera al tráfico la avenida Doctor Fedriani, el paso se introdujo en la calle Fray Isidoro de Sevilla, donde se escucharían las marchas "Pasan los Campanilleros", "Candelaria Madre de Dios" y "Triana de Esperanza". Por cierto, un apunte para posibles emprendedores de negocios: en Fray Isidoro de Sevilla faltan bares. Parece increíble, pero de eso se quejaban algunos costaleros que, tras un relevo, salían del paso y buscaban refrescarse y recuperar fuerzas.
Antes de revirar a León XIII, se aprovechó para encender la práctica totalidad de la candelería, aunque sirvió de poco porque, más adelante, un nuevo golpe de viento la apagó prácticamente por completo. "Callejuela de la O", "La saeta" y "Coronación de la Macarena" fueron las marchas elegidas para este primer tramo de León XIII incluido en el itinerario. Posteriormente, en la calle Jorge de Montemayor se puso escuchar "Hosanna in excelsis".
En la amplitud de Manuel Villalobos, donde se escuchó "Glorias de Sevilla", llamó la atención, y por ello fue objeto de un gran número de fotos, un niño vestido de costalero que se agarraba al zanco delantero izquiero con pleno convencimiento de ejercer un importante papel en la salida de su Virgen del Carmen. Como se suele decir, el futuro cofradiero de Sevilla está más que garantizado.
A continuación, el paso se metió a los sones de "Candelaria" en la calle Fray Luis de Granada, que, como es costumbre, estaba perfectamente exornada con farolillos blancos y azules, además de banderines con los colores carmelitas blanco y marrón. Algunos estaban colocados demasiado bajos, por lo que fue necesario el uso de la pértiga para que la corona de la Virgen no tropezara.
Muy esperada y aplaudida fue la lluvia de pétalos tan intensa que desde un lado y otro de la calle se le lanzó a la Virgen del Carmen. Tres marchas acompañaron a la Reina de San Leandro por esta zona: "Rosario de Montesión", "Esperanza Macarena" y "Hermanos costaleros".
Desde Fray Luis de Granada el paso salió de nuevo a la calle León XIII. En el breve tramo hasta la esquina de nuevo con Jorge de Montemayor, la Asociación Musical de La Algaba interpretó "Santísimo Cristo del Desamparo y Abandono". Seguidamente, la Virgen del Carmen volvió a meterse en las callejuelas que rodean a la Parroquia de San Leandro, que por su estrechez permitieron de nuevo encender la candelería (los cirios que no había apagado el viento fueron ahogados por los pétalos).
Por la calle Manzana se escucharon las marchas "Rocío" y "Alma de la Trinidad", mientras que en la revirá de nuevo con Avellana la marcha escogida fue "Virgen de la Palma".
Para las últimas chicotás de regreso a San Leandro, las marchas interpretadas fueron "Corpus Christi" y "La Madrugá", esta última ya en la calle Cereza. Mientras estaba sonando, un grupo de cuatro niños que iban delante del paso gritaron al unísono "¡Viva la Reina de San Leandro!". Incomprensiblemente, entre el público hubo quien hizo ver su desacuerdo con esta demostración de devoción infantil mandándoles callar. La cara de alguno de estos niños era un poema.
Volvemos a lo que decíamos antes con el niño vestido de costalero: el futuro de las cofradías está en ellos, en los más pequeños. Y sí, la marcha que Abel Moreno dedicara a la noche más hermosa de Sevilla es preciosa; pero más lo es el cariño que los niños sienten por la Madre de Dios desde la más tierna infancia. Mandar callar a unos niños por gritar su amor por la Virgen del Carmen estuvo feo. Mucho.
El paso de la Virgen del Carmen por fin alcanzó la Plaza de San Gabriel y antes de atravesar el cancel de San Leandro la banda interpretó "Palomita de Triana". Después, ya en el atrio, sonó "Esperanza de Triana Coronada", durante la que tuvo lugar la última lluvia de pétalos desde la misma Parroquia de San Leandro, a la que finalmente entró en torno a la una de la madrugada tras cinco horas de recorrido por las calles de la antigua Huerta del Carmen.
Una vez dentro del templo, tras la interpretación del Himno Nacional y de "Aniversario en San Leandro", y antes de que el capataz prometiera a su costaleros que "hasta el Domingo de Ramos se hablará en Sevilla de los buenos que son los costaleros del Carmen de San Leandro", la Virgen fue situada frente a Nuestro Padre Jesús de la Bondad, donde se rezó la Salve.
Terminaba así el día grande de la feligresía de San Leandro, la que tiene por Reina a la primera Virgen del Carmen que saldrá a la calle en los próximos días en la ciudad mariana por excelencia.
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