ENTRE LA ADMIRACIÓN Y LA CRÍTICA

Esta semana la Hermandad de los Gitanos presentaba el cartel conmemorativo del XXV aniversario de la Coronación Canónica de María Santísima de las Angustias, una obra que ha suscitado numerosas opiniones encontradas, desde quienes valoran la valentía del autor, el licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla Francisco Betanzos Gil, que ha apostado por algo distinto, alejado de la concepción habitual del cartel cofradiero, hasta quienes han optado por la crítica más feroz tratando de ridiculizar al artista al considerar su trabajo como más propio de un niño de Primaria.
Ocurre siempre que se presenta un cartel, una imagen, un diseño, un bordado... Todos nos creemos críticos de arte. Aunque lo cierto es que no es ni mucho menos necesario ser crítico de arte para opinar sobre si algo te gusta o no. En este cartel de la Hermandad de los Gitanos, como en todo, hay sus opiniones.
Pero lo que está claro es que Francisco Betanzos ha conseguido poner en práctica las palabras del pintor José Renau, autor de la definición de cartel como grito en la pared. Dicho de otro modo: el cartel de Betanzos llama la atención, atrae y no deja a nadie indiferente, lo que a la postre hará que sea una obra difícil de olvidar, no como otras recientes que han sido más de lo mismo y que con mucho esfuerzo guardamos en la memoria, al tiempo que sitúa a su autor en el universo del cartelismo cofradiero atrevido, distinto, con un poco de aire fresco.
Lo nuevo no siempre gusta, o no gusta casi nunca. Y por eso pasos hoy imprescindibles de la Semana Santa de Sevilla como el del Cristo del Calvario o el de la Virgen de los Ángeles fueron duramente criticados en su momento, como también lo es en nuestros días la estética de la Hermandad del Sol. En el mundo de las cofradías creemos que todo está inventado, y aunque criticamos al que ofrece lo ya conocido sin innovación alguna, también al que se sale de la norma le arrojamos sin piedad tomates tan rojos como el de la alfombra que pisa la Virgen de las Angustias en el cartel de Betanzos, obra cuajada de simbolismo, como muy bien explica la propia Hermandad de los Gitanos en su web.