Entre los pasados 4 y 8 de febrero tuvo lugar en la Capilla del Mayor Dolor el quinario anual en honor a Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras, que culminó con la función principal de instituto en la mañana del domingo.
El Señor que tallara Antonio Perea, y al que después Antonio Eslava hizo un nuevo cuerpo, se encontraba en el presbiterio del pequeño templo de la Plaza de Molviedro. El altar estaba cubierto con un gran cortinaje morado y ante éste estaba el dosel de cultos de la hermandad presidido por Jesús Despojado, al que flanqueaban dos de los hachones que iluminan las andas sobre las que la imagen sale en vía crucis.
También se dispusieron varios candeleros del paso de palio de la hermandad, además de algunas de sus jarras con claveles rojos. El Señor estaba subido sobre la peana procesional de la Virgen de los Dolores y Misericordia. Asimismo, también del paso de palio se utilizó un paño lateral de los respiraderos.
Durante la celebración de estos cultos en honor a Jesús Despojado, la Virgen de los Dolores y Misericordia, vestida ya de hebrea, se encontraba en un improvisado altar en el lado del Evangelio, entre dos candeleros y con un centro de claveles blancos a sus pies.
En el lado opuesto estaba la imagen de San Juan Evangelista, con la misma iluminación y exorno floral.
Finalmente, la dolorosa de manos entrelazadas que da nombre a la capilla y que recibe culto habitualmente en la parte más alta del retablo estaba junto a la puerta en el lado de la Epístola.
Los cultos en honor a la imagen de Jesús Despojado de sus Vestiduras se completarán este mismo fin de semana con la celebración de su tradicional besapié.
No hay comentarios:
Publicar un comentario