SANTA GENOVEVA Y SAN GONZALO, MÁS Y MENOS TIEMPO EN LAS CALLES

Dos hermandades del Lunes Santo han anunciado cambios en sus horarios para sus próximas estaciones de penitencia que van en líneas completamente opuestas, ya que una va a ampliar su estancia en la calle y la otra la va a recortar, o al menos ésa es a priori la intención.
Por lo que respecta a la Hermandad de Santa Genoveva, y a falta de confirmación en el cabildo de Toma de Horas, pretende adelantar en un cuarto de hora su salida, de forma que pasará de poner su cruz de guía en las calles del Tiro de Línea a las 12,45 horas, a hacerlo este año a las 12,30. La Junta de Gobierno señala que este cambio obedece a necesidades organizativas y de cumplimiento de los horarios, algo perfectamente comprensible, dado que la cofradía tiene un grandísimo cuerpo de nazarenos y un recorrido enorme, por lo que se hace necesario salir antes para tener un mayor margen de maniobra y más tranquilidad horaria.
Lo de San Gonzalo es justo lo contrario, ya que su decisión pasa por reducir el tiempo en la calle, pero por el final, es decir, entrar antes en su templo en la ya madrugada del Martes Santo. Esto supondrá recortar el itinerario y no dar el pequeño rodeo que se venía produciendo hasta ahora por algunas de las calles del Barrio León cercanas a la parroquia. Ahora, en caso de aprobarse la modificación, al llegar a la Plaza de San Martín de Porres, la cofradía tomará directamente por las calles Giralda y Nuestra Señora de la Salud hasta su templo.
Esta reducción del discurrir por el Barrio León ya ha tenido respuesta en diversos foros. Los hay que agradecen el gesto de reducir la duración de una estación de penitencia mucho más larga de lo necesario, pero también hay quien considera que no son precisamente las calles del barrio, las de los vecinos y principales devotos del Señor del Soberano Poder y la Virgen de la Salud, las que sobran, sino que quizá donde habría que recortar es en el saludo al Baratillo y, sobre todo, en el doble saludo a la Estrella (ida y vuelta).
Será cuestión de ir probando fórmulas, pero de momento es positivo que se intente recortar itinerarios y horarios absolutamente inflados, como es el de San Gonzalo (no es ni mucho menos el único caso), por el bien de los integrantes del cortejo. Aunque, por otro lado, esto es una vez al año (si no llueve) y, además, ¿no se trata de hacer penitencia?