A raíz de aquello, la Hermandad de Monte-Sión optó por quedarse en su capilla, pese a los diferentes ofrecimientos que tuvo de otros templos. Este año, la cofradía del Jueves Santo ha decidido estrechar los lazos con el Convento del Espíritu Santo, donde residió la hermandad entre los años 2000 y 2001 por las obras que se llevaron a cabo en su sede canónica, y que obligaron en ambas Semanas Santas a realizar la estación de penitencia desde la Iglesia de San Juan de la Palma.
Entre los pasados días 19 y 25 de octubre tuvo lugar el septenario en honor a la Virgen del Rosario y este domingo fue la función principal de instituto. Para este culto, la dolorosa presidió un altar de cultos instalado ante el majestuoso retablo mayor del templo conventual. Llamó la atención la práctica ausencia de flores reales en el altar, salvo un pequeño centro a sus pies. En su lugar, se utilizaron flores de talco colocadas en jarras del paso de palio. En cuanto a la iluminación, se compuso de cirios blancos sobre piezas de la candelería también procedentes del paso.
Completará los cultos de este año el rosario de la aurora que se celebrará el próximo sábado, día siguiente al de la conmemoración del décimo aniversario de la Coronación Canónica. Para este rosario de la aurora, la Virgen, que irá en su palio de traslados estrenado el año pasado, visitará la Capilla de la Estrella, debido a la enorme relación existente entre las hermandades de Monte-Sión y la Estrella, fundadas ambas en 1560.
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