El montaje de este besamanos tan esperado ha resultado espectacular, destacando la presencia del palio de plata roultz que hoy pertenece a la Hermandad de la Vera-Cruz de Aracena y que presumiblemente fue el que cobijó a la Macarena en el siglo XIX, antes de la ejecución del palio negro de Rodríguez Ojeda que actualmente, en color azul, pertenece a la Estrella. Y hay que decir lo de presumiblemente porque, aunque durante décadas se ha dado por hecho que este palio de plata, labrado por Isaura, fue de la Macarena, hay teorías que apuntan a la existencia de dos palios muy similares que a lo largo de los años pasarían por varias hermandades (Macarena, Soledad de Alcalá del Río, Gitanos y Vera-Cruz de Aracena), sin que se pueda afirmar con seguridad cuál es cuál. Lo que parece claro es que el que pudo utilizar los Gitanos se transformó en respiraderos para la Virgen de las Angustias y quizá desapareció en el incendio intencionado de la Parroquia de San Román en 1936.
Pero al margen de curiosidades históricas, lo cierto es que el presencia de este palio de Aracena en el besamanos de la Esperanza Macarena le ha dado una gran vistosidad al montaje, al estar literalmente sobrevolando la escena por encima de la dolorosa. Tras ella, una escalinata embellecida con jarras con flores blancas ascendía hasta el camarín de la Señora, donde se ha situado el trono de Reina del que la Macarena ha bajado para salir al encuentro de sus hijos.
A ambos lados de la escalinata, aparecen candeleros con cera blanca y las puertas que dan acceso al presbiterio están cerradas con estructuras en las que se han colocado los espejos que en el camarín de la Esperanza permiten ver cada lado de su rostro. Además, hay que destacar que las lámparas votivas que cuelgan a ambos lados del presbiterio cuentan también con flores.
Sin duda, un montaje muy trabajado y muy cuidado, aunque ¿quién puede fijarse en cada detalle de éste teniendo delante el rostro de la Madre de la Esperanza?
Cuánta razón! Qué difícil fijarse en algo más cuando es Ella la que está delante, tan cerca... Pero es necesario reconocer el trabajo de la Hermandad en un montaje que, al menos para mí, supera las expectativas.
ResponderEliminarMadre, Macarena, sé que estás siempre con nosotros, en todas partes, pero sólo tú sabes cuánto habría dado por mirarte aunque fuese un minuto.
Gracias por todo.