La dolorosa de Astorga se encontraba en el centro, ante el presbiterio de la Iglesia de los Terceros, y ataviada con el manto azul de salida y saya burdeos, ambos bordados en oro, la corona también de salida, una cruz pectoral, el broche con su advocación y diversas medallas, entre ellas la de la Hermandad del Cerro, de la que la Cena fue madrina. Daba a besar la mano derecha, mientras que en la izquierda tenía una flor de orfebrería y un rosario.
Flanqueaban a la Virgen del Subterráneo los faroles que forman parte de su paso de palio y jarras con flores de variadas especies de tonalidad blanca. Asimismo, dos ángeles sujetaban su manto en la parte inferior, a ambos lados de la peana de plata procesional sobre la que estaba subida.
Detrás de la imagen, al fondo, el retablo mayor del templo estaba oculto por una cortinaje rojo y un dosel que en su interior cobijaba el techo de palio, ante el que se colocaron imágenes de San Fernando, Santa Justa y Santa Rufina, y dos espejos. En la parte inferior, se ubicaron varios relicarios y elementos de la delantera del paso de palio.
También formaron parte del trabajado altar cuatro tallas de ángeles y dos arcángeles, los candelabros del paso de la Virgen de la Encarnación de la misma hermandad y dos pinturas de las que colgaban cordones del palio. Además, los ángeles lampadarios de los extremos del presbiterio contaban con el detalle de sostener sendas filacterias con los colores celeste y blanco propios de la Inmaculada.
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