El Nazareno de Antonio Illanes se encontraba en el presbiterio, sobre sus pequeñas andas en las que al término del besapié recorrió las naves del templo durante el rezo del vía crucis. Vestía túnica lisa de terciopelo morado y llevaba corona de espinas y potencias. Para este culto, no llevaba sobre sus hombros la cruz, sino que tenía las manos atadas delante del cuerpo.
Las andas estaban exornadas con claveles rojos y lirios morados, flores que también se encontraban en varias jarras del paso de palio de la Virgen de Gracia y Esperanza. Tras el Señor se situó el dosel de cultos de la hermandad y, ante éste, un Niño Jesús entre guardabrisas y dos candelabros de plata con cera blanca.
Completaban el montaje doce blandones con cera roja distribuidos por el altar, además del guión sacramental a la izquierda y el estandarte corporativo a la derecha.
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