En este caso, el Señor de Pasión saldrá en su próxima estación de penitencia con la túnica más antigua de cuantas posee en su ajuar: la conocida como túnica de los cuernos de la abundancia, bordada en oro sobre terciopelo morado por Manuel María Ariza en 1845 y restaurada por José Ramón Paleteiro en 1992.
Asimismo, llevará potencias y corona de espinas. Lo que no repetirá será el variado y llamativo exorno floral de hace dos años, puesto que la hermandad también ha decidido ya que el monte del paso estará compuesto únicamente por claveles rojos, después de los lirios morados de 2014.
Así las cosas, Pasión nos regalará de nuevo este año, el de su cuarto centenario, una imagen histórica que hará sin duda las delicias de los amantes del arte y del buen gusto. Sólo faltará el impresionante Cirineo de Sebastián Santos detrás del Nazareno. Pero de momento, desgraciadamente, eso sólo podremos soñarlo...
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