Durante estos días, en el Convento del Santo Ángel se puede contemplar con todo lujo de detalles el estado en que ha quedado la enorme imagen sedente de la Virgen del Carmen, obra de Cristóbal Ramos tallada en torno al año 1780, después de la restauración practicada durante tres meses por Antonio Díaz Arnido y Manuel Ruiz-Berdejo.
La restauración ha devuelto a la imagen el esplendor que el paso del tiempo le había robado, motivado fundamentalmente por la suciedad acumulada, los repintes y la oxidación de los barnices. Asimismo, se han reparado algunas grietas, sellado un importante agujero situado en la parte trasera de la nube sobre la que se sienta la Virgen y repuestos los dedos que el Niño Jesús había perdido.
La imagen de la Virgen del Carmen, que mide 2,70 metros, incluyendo la peana, se encuentra expuesta en el lado izquierdo del presbiterio del templo del Santo Ángel, una cercanía que permite detenerse sobre todo en los detalles que presentan las vestimentas de la talla, con una decoración basada fundamentalmente en pequeñas flores que eran prácticamente invisibles hasta esta importante restauración.
El próximo 10 de octubre tendrá lugar la Coronación Canónica de esta impresionante escultura de Cristóbal Ramos, autor también de la Virgen de las Aguas del Museo, un parentesco de autoría que se nota en el rostro de ambas imágenes marianas, pese a la evidente diferencia iconográfica.
Al quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús debemos agradecer la concienzuda restauración a la que ha sido sometida la Virgen que preside el templo del Santo Ángel y cuya Coronación Canónica fue decidida por el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, junto a la comunidad carmelita del convento. Será éste el acto culminante con el que Sevilla celebrará el quinto centenario de la santa que encontró precisamente en la ciudad un escenario muy complicado para sus intereses reformistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario