La Hermandad de la Macarena ha emprendido la restauración de la embocadura de plata del camarín de la Virgen de la Esperanza, obra de Fernando Marmolejo, lo que ha llevado a desmontarla y a sustituirla temporalmente por la antigua embocadura de madera tallada y dorada que realizara Juan Pérez Calvo.
De esta forma, durante el tiempo que duren los trabajos de restauración de las piezas labradas por Marmolejo, se podrá ver a la Macarena con la recuperación de este elemento arquitectónico que pocos conocían en el retablo mayor de la Basílica, ya que hace más de cincuenta años fue retirado para la colocación del camarín de plata que, en su parte exterior, tiene una bambalina y dos varales que han servido desde entonces de marco para la Virgen.
En cuanto a la embocadura de Pérez Calvo, que la hermandad conservaba en sus dependencias, contó en su momento con la participación en su realización de artistas de la talla de Luis Ortega Bru, Antonio Sánchez y Fernández del Toro. Entre las características principales de esta embocadura dorada están el hecho de tener en su parte alta un arco peraltado cuya parte superior, abombada hacia afuera, tiene el escudo de la hermandad, mientras que a ambos lados del mismo se sitúan dos ángeles mancebos.
Por su parte, el Señor de la Sentencia viste estos días en su camarín la llamativa túnica de raso de color rojo y bordados en oro en cuello, mangas y zona inferior, conocida como la cardenalicia, bendecida hace diez años y realizada por Charo Bernardino, según diseño de José Manuel Bonilla Cornejo, quien se inspiró en una vitela del libro de reglas del año 1720.
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