lunes, 28 de septiembre de 2015

LA VIRGEN DE LAS MERCEDES DE LA PUERTA REAL SALIÓ DESDE SAN VICENTE


De nuevo las obras de restauración en la sede canónica de una hermandad nos brindó estampas no acostumbradas, repercutiendo decididamente en el desarrollo de una salida procesional. En este caso, fue la Hermandad de las Mercedes de la Puerta Real la que salió a las calles el pasado sábado desde un templo diferente a la que es su sede canónica, su capilla propia, situada junto al lugar que ocupó la antigua puerta de la muralla que separaba la ciudad intramuros del arrabal de los Humeros.
La Parroquia de San Vicente, a la que pertenece la Capilla de las Mercedes y que ha acogido los cultos previos en su honor, fue el sábado el punto de partida y llegada de la salida procesional de la Virgen de las Mercedes Coronada, a la que le han faltado, y mucho, las habituales callejuelas por las que pasa cada año, como Alfaqueque o Redes. El obligado cambio de itinerario de este año ha dejado fuera, no se entiende bien por qué, estas calles. En su lugar, el itinerario ha buscado otras como Monsalves y Almirante Ulloa, aunque el recorrido ha sido quizá demasiado breve.
A las siete y media de la tarde, media hora antes de lo que en principio pretendía la hermandad, estaba prevista la salida del cortejo desde San Vicente. Mientras llegaba ese momento, unos niños pequeños jugaban con las puertas del templo, tratando de subirse a los adornos metálicos de éstas. Se veía venir, aunque sus padres parece que no lo vieron o les dio igual. El caso es que uno de ellos, al poner el pie sobre uno de esos adornos, lo arrancó de la puerta y cayó al suelo. La reprimenda del padre consistió en pasarle la manita delicadamente por la cabeza mientras le decía "no pasa nada". Uno no puede esperar que unos niños tan pequeños estén muy preocupados por el patrimonio de la ciudad; y mucho menos si sus propios padres no parecen respetarlo. No quiero ni imaginarme cómo habría reaccionado mi padre si hubiera sido yo quien se hubiera cargado el adorno de la portada de un templo datada en el año 1559.
El caso es que aproximadamente a las ocho menos veinte de la tarde se abrían las puertas de San Vicente para la salida de la Hermandad de las Mercedes, permitiendo ver al fondo al Cristo de las Siete Palabras y al de la Vera+Cruz. La cruz de guía y los faroles encabezaban este cortejo, seguidos por hermanos, muchos de ellos niños, con cirios, el guión mercedario, el libro de reglas y la representación de las hermandades del Museo y las Siete Palabras, con sus respectivos estandartes. Finalmente, antes de la presidencia y el cuerpo de acólitos, iba el propio estandarte de la Hermandad de las Mercedes.





La Banda de Música de La Puebla del Río estaba dentro de la parroquia en el momento de la salida, así como la representación de la Hermandad de las Penas, situada en un lado de la puerta. Por ello, la primera marcha que sonó para la Virgen de las Mercedes antes de pisar la calle fue "Jesús de las Penas", con la que el paso fue acercándose poco a poco a la portada.
A continuación, el paso salió a la calle con el Himno Nacional, seguido por "Pasan los campanilleros" en honor a la cofradía de las Siete Palabras, composición con la que, sin parar, el paso giró hacia su derecha. La preciosa imagen de la Virgen de las Mercedes ha conjuntado este año su saya y escapulario de tisú de plata estrenados en 2013 con el manto rojo de salida.
En cuanto al paso, del que aún queda por dorar parte de los respiraderos laterales, estaba exornado completamente por claveles blancos, colocados de forma muy compacta tanto en las jarras como en el friso y en la propia peana de la Virgen.
El paso realizó el giro de Cardenal Cisneros a la calle San Vicente con la marcha "Puerta del Cielo". Después, tras una chicotá a tambor, sonó la marcha de moda, "Como tú ninguna", con el paso volviéndose ante el convento de las Siervas de Jesús, comunidad de religiosas que ha acogido a la Virgen de las Mercedes y al Cristo de la Redención desde el cierre de la capilla de la hermandad. La fachada estaba adornada con pancartas, reposteros y banderolas con inscripciones como "Mercedes, Gloria de septiembre", "Bendita tú eres, Mercedes, entre todas las mujeres" o "Reina y gloria de tu barrio".
Mientras el paso giraba hacia el convento, desde el balcón una religiosa, dos adultos y dos niños se afanaron en volcar multitud de pétalos sobre la Virgen de las Mercedes. Desde la puerta, otras hermanas cantaron a la Virgen que han tenido acogida en su casa.



































Con "Encarnación Coronada", la Virgen de las Mercedes se alejó del convento de las Siervas de Jesús para continuar su itinerario hacia la Plaza del Museo. Antes de llegar, el capataz dedicó una levantá a la memoria de un antiguo aguador ya fallecido, en presencia de su viuda y de su hijo, que también ejerció de aguador en esta salida procesional.
Acto seguido, la banda de La Puebla del Río tocó "Mercedes Coronada de la Puerta Real" mientras la Virgen se acercaba a la Capilla del Museo, donde poco antes se había celebrado una boda. El paso llegó hasta la misma puerta y se detuvo ante ella. A continuación, se dedicó la levantá a la cofradía decana del Lunes Santo y se pudo escuchar en dos ocasiones "Virgen de las Aguas", mientras la Virgen de las Mercedes giraba y volvía sobre sus pies.




























La Virgen de las Mercedes continuó con la marcha "Cristo de la Presentación" por la fachada principal del Museo de Bellas Artes, antiguo Convento Casa Grande de la Merced, ante el que se colocó una alfombra de sales de colores con el emblema de la hermandad sobre fondo blanco, un marco azul y amarillo, y una inscripción con letras rojas en la que se leía "Mercedes Coronada, Reina de la Puerta Real".
Mientras el paso discurría por dicha alfombra, la banda interpretó "Amanecer con Triana", con la que siguió hasta el extremo opuesto de la Plaza del Museo.














A partir de ahí, el itinerario continuó por Monsalves, Almirante Ulloa y Alfonso XII, en cuyo giro a Santa Vicenta María se realizó una hermosísima chicotá a los sones de "Rocío". Además, en esa misma calle, el paso se volvió en el Centro de Educación Secundaria María Inmaculada, donde de nuevo se cantó a la Virgen de las Mercedes.
Posteriormente, el cortejo continuó por Virgen de los Buenos Libros y Cardenal Cisneros, de vuelta a San Vicente. En este último tramo, llamaron la atención las paradas tan seguidas y largas que realizó el paso, quizá para retrasar la entrada en el templo, que se realizó antes de lo previsto, ya que el recorrido se completó en menos tiempo de lo que se había pensado. Esto hizo echar aún más de menos los callejones engalanados de otros años y las sevillanas en honor a la Reina de la Puerta Real.
Finalmente, tras sonar en dos ocasiones "Encarnación Coronada" y "La Estrella Sublime" mientras el paso realizaba un giro de doscientos setenta grados ante la puerta, la Virgen de las Mercedes entró en San Vicente y el paso fue ubicado a los pies de la nave de la Epístola, junto al altar de la Virgen de los Desamparados.









Con las oraciones finales concluyó una salida procesional muy especial de la Virgen de las Mercedes Coronada, que contó con un itinerario breve, pero que se llenó con la fe y la devoción hacia una de las históricas advocaciones de la feligresía de San Vicente.

Últimas fotos: Cristina Abengózar Delgado

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