El barrio del Tiro de Línea se volcó el pasado viernes junto al Cautivo de la Hermandad de Santa Genoveva, que recorrió sus calles durante el rezo de las diferentes estaciones del vía crucis. No son pocos los vecinos que consideran esta jornada como algo más especial que el propio Lunes Santo, dado que pueden contemplar más de cerca al Señor y, además, visita numerosas zonas del barrio por las que no pasa el día de su estación de penitencia.
A las nueve de la noche comenzó la salida de este vía crucis. La antigua cruz de guía plateada de la hermandad guió al cortejo por las calles del barrio, dando paso a un buen número de hermanos con cirios rojos marcando el camino al Señor. El estandarte corporativo daba inicio al segundo tramo antes del cuerpo de acólitos.
El Cautivo salió a las calles con túnica lisa de terciopelo morado y sin potencias. Las andas sobre las que recorrió el barrio estaban adornadas con claveles rojos, que contrastaban con los faldones morados con galones dorados. Alrededor del Señor había cuatro faroles de plata con cera roja.
En el momento de la salida, un joven comentaba que parecía que el Cautivo iba realmente caminando; a su lado, una niña pequeña preguntaba por la banda de cornetas y tambores, y por la Virgen de las Mercedes. Sus padres trataban que explicarle la diferencia entre el vía crucis cuaresmal y la estación de penitencia del Lunes Santo.
Nada más salir, el Cautivo tomó la Avenida de los Teatinos, donde se rezó una de las estaciones, marcada, como todas las demás, por una pequeña cruz de madera ante una tela roja colgada de las fachadas del barrio. A continuación, siguió por Serrano y Ortega, donde otra cruz señalaba una nueva estación.
Desde Serrano y Ortega, Nuestro Padre Jesús Cautivo salió a Almirante Topete y giró a la derecha, al contrario de lo que ocurre el día de la estación de penitencia. Las andas, acompañadas por el Coro Nuestra Señora de las Mercedes y guiadas por el capataz Carlos Villanueva, discurrieron con celeridad por esta zona, ya que no se detuvieron en ningún momento hasta alcanzar la calle Écija.
A partir de aquí, el Cautivo realizó una amplia vuelta por su barrio a ese lado de la avenida principal, visitando un buen número de calles, muchas de ellas engalanadas especialmente para la ocasión con reposteros con el escudo de la hermandad e incluso velas encendidas al paso del Señor, siempre acompañado por una gran multitud de devotos.
Día de grandes emociones en el Tiro de Línea con el Cautivo, el centro de la devoción del barrio junto a la Virgen de las Mercedes. En menos de una semana, la devoción de estos vecinos conquistará el centro de la ciudad.
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