La Hermandad de San José Obrero celebra durante la jornada de este sábado el besamanos anual a su santo titular, en la víspera de su salida procesional.
Para este culto, que se celebra una vez concluido el triduo que ha tenido lugar en los últimos días, San José Obrero se encuentra en el presbiterio de la parroquia, a los pies del altar del triduo, que se encuentra presidido hoy por la cruz de guía de la cofradía.
El santo está elevado sobre la peana procesional de la Virgen de los Dolores, donde también se ubica su sierra de carpintero y diversos claveles blancos, flores que durante esta mañana se han podido adquirir en la puerta de la parroquia por parte de los devotos como ofrenda.
San José Obrero lleva su nimbo de salida, así como la vara de azucenas de orfebrería en la mano izquierda, dando a besar la derecha. Flanquean a la talla dos columnas de madera con fuste estriado que sostienen sendos centros de margaritas.
En el altar, a ambos lados del dosel de cultos en el que se encuentra la cruz de guía, están la Virgen de los Dolores y San Francisco de Paula, que tienen también margaritas a sus pies. Entre ambos, y colocados de forma escalonada, se han dispuesto un buen número de candeleros del paso de palio de la hermandad con cirios blancos.
Esta misma tarde, a las seis y media, se celebrará la tradicional ofrenda floral infantil y posterior merienda, mientras que mañana, domingo, festividad de San José Obrero, será la función principal de instituto a las doce y media de la mañana. Será el último culto antes de la procesión del santo por las calles de su feligresía, que dará comienzo a las siete de la tarde.
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