La Hermandad de los Humeros celebra este fin de semana el besamanos a la imagen de Nuestra Señora del Rosario, que para este culto se encuentra situada en la parte alta del presbiterio de la pequeña capilla del antiguo arrabal.
Está elevada sobre su sencilla peana procesional, de madera dorada, y luce la corona de salida, además del cetro, junto al que sujeta tres flores, y el rosario que también lleva en su procesión de cada 12 de octubre. El Niño Jesús, por su parte, sujeta otro rosario de menores dimensiones con la mano derecha, donde también lleva una cruz, mientras que con la izquierda ayuda a la Virgen a sostener el rosario de mayores dimensiones. Un tercer rosario es el que lleva la Virgen en la mano izquierda.
La Virgen del Rosario se presenta vestida con un manto verde de brocado, así como unos pendientes cedidos por una hermana. Asimismo, a los pies, sobre la peana, hay dos reliquias, una de Santo Domingo de Guzmán y otra de Santa Catalina de Siena, además de un variado y colorido centro de flores que también aparecen sobre pequeñas jarras dispuestas en diferentes puntos del altar.
Flanquean a la Virgen dos candelabros plateados con cera blanca sobre sendas columnas y dos mesas doradas con dos de las jarras con flores mencionadas anteriormente. Detrás vemos el dosel de cultos de la hermandad ante el retablo principal de la capilla, cubierto parcialmente con una tela de damasco rojo, y una jarras plateadas a cada lado con diversas flores dispuestas en forma tricónica.
Por último, antes de subir las escaleras del presbiterio hay dos grandes blandones dorados con cera blanca y más centros florales.
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