martes, 31 de mayo de 2016
BESAMANOS EXTRAORDINARIO A LA VIRGEN DE LA AURORA DE LA ORDEN TERCERA
La Capilla de San Pedro de Alcántara, de la Orden Tercera Seglar Franciscana, acogió este fin de semana un besamanos extraordinario a la imagen de la Virgen de la Aurora que preside este pequeño templo de la calle Cervantes.
El motivo de este culto extraordinario era la conmemoración del cuarto centenario de la Venerable Orden Tercera del Convento Casa Grande de San Francisco, antecedente de la actual Orden Franciscana Seglar en Sevilla.
La Virgen de la Aurora, que desde 2013 es expuesta en besamanos cada 8 de diciembre, coincidiendo con la festividad de la Inmaculada Concepción, fue situada en el presbiterio de la capilla, sobre una peana de madera tallada y dorada, y vestida con manto rojo y saya blanca, ambas piezas con bordados en oro, además de toca de sobremanto, mientras que el Niño Jesús tenía una túnica de color amarillo.
La talla atribuida a José Montes de Oca contaba también con ráfaga, corona y media luna plateadas, además de lucir unos llamativos pendientes, un rosario en la mano izquierda, varios collares sobre el pecherín, donde también había un ramillete de azucenas de orfebrería y algunas medallas.
Flanqueaban a la Virgen de la Aurora, sobre sendas columnas de madera tallada y dorada, las imágenes de San Ivo y Santa Clara que reciben culto también en la capilla, además de diversas jarras plateadas con lilium, margaritas y azucenas.
Completaban el montaje de este besamanos extraordinario diez candeleros, seis más grandes y cuatro más pequeños, con cera de color blanco, así como un tapiz con el emblema franciscano en el lugar de culto habitual de la Virgen.
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