RAMÓN LEÓN: ORFEBRERÍA, PERVIVENCIA DE UN OFICIO

Hasta el próximo domingo puede visitarse en la sede del Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla la exposición "Ramón León: Orfebrería, pervivencia de un oficio", una muestra monográfica centrada en la labor del orfebre sevillano Ramón León Peñuelas, formado en los talleres de Antonio Pérez Barrios, Jesús Domínguez y Villarreal, y miembro de la empresa Hijos de Juan Fernández hasta su establecimiento en taller propio a comienzos de los años ochenta.
La exposición, que ocupa una de las salas del Mercantil, ofrece la ocasión de contemplar enseres de orfebrería pertenecientes a un total de trece hermandades, tanto de Sevilla capital, como de la provincia y algunas de fuera.
Como es habitual en este blog con cada exposición desde hace ya unos cuantos años, repasamos pieza a pieza todo el contenido de la muestra, comenzando con un monumento a la Inmaculada Concepción propiedad del propio taller del imaginero, realizado en plata y ébano.

Seguidamente, se muestra un conjunto de dos varales y el respiradero frontal del paso de palio de Nuestra Señora de los Dolores, de la Hermandad del Nazareno de Arahal. Es una obra realizada íntegramente en plata, diseñada por Ramón León en 2006 y labrada entre 2007 y 2016.

A su lado, se muestran las nuevas jarras del paso de palio de la Virgen del Refugio, de la Hermandad de San Bernardo, que se estrenaron el pasado Miércoles Santo. Son seis en total, aunque en la muestra podemos ver dos de diferente diseño. Están realizadas en plata dorada.

Vemos ahora dos de los varales del paso de palio de la Virgen de las Angustias, de la Hermandad de los Gitanos, labrados en plata y plata dorada en el año 2000, siguiendo la línea de los antiguos, que eran más cortos debido a la menor altura que tenía la puerta de San Román respecto a la del actual Santuario.

Entre los dos varales anteriores se muestra el respiradero frontal del paso de palio de Nuestra Señora de los Remedios, de la Hermandad de la Vera-Cruz de Los Palacios. Fueron realizados en plata entre 2008 y 2011, y cuentan con la característica de llevar en el frontal una imagen de San Sebastián, patrón de la localidad.

Continuamos con una Inmaculada de plata y una pareja de seises de plata, marfil y ébano, todo ello propiedad del taller de Ramón León.

A su lado, se encuentra uno de los faroles del paso de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, de Dos Hermanas.

La exposición sigue con tres candeleros, todos ellos realizados en plata, pertenecientes a las hermandades de San Bernardo (2005-2008), los Negritos (en ejecución en la actualidad) y los Gitanos (2002-2004).

A continuación, vemos dos varales pertenecientes al paso de palio de María Santísima del Rosario, de la Hermandad de Monte-Sión. Son de plata y fueron realizados en 2004.

Entre los varales se ha situado el frontal de los respiraderos del palio de la Virgen de la Estrella, de la Hermandad del Cautivo de Sanlúcar de Barrameda. Ramón León los realizó en plata entre 2008 y 2011.

De la Hermandad del Carmen de Torre del Mar es una pértiga labrada en plata y nácar en 2013.

A su lado, uno de los grandes estrenos de la pasada Semana Santa sevillana: las potencias de oro y plata chapada en oro con zafiros del Santísimo Cristo de la Lanzada. Son de estilo gótico flamígero y cuenta con representaciones del Cordero Místico y Adán y Eva ante vidrieras góticas realizadas con esmaltes.

Seguimos con una peana de plata, realizada en el año 2000 para un particular.

A continuación, se muestra un farol de la cruz de guía y dos ciriales del paso de palio de la Virgen de las Angustias, todo ello de la Hermandad de los Gitanos. Son de plata y fueron realizados en 1998.

Pasamos a las tres vitrinas que hay en el centro de la sala de esta exposición. En una de ellas, del ajuar perteneciente a la Virgen del Rosario de la Hermandad de Monte-Sión, vemos la corona de oro, oro blanco, brillantes y esmaltes, que es la que se le impuso a la dolorosa en su Coronación Canónica en 2004. Y del mismo año se muestra un puñal de oro, oro blanco, esmeraldas, rubíes y brillantes.

Y otro puñal es el que ha estrenado en su pasada estación de penitencia la Virgen del Buen Fin, de la Hermandad de la Lanzada. Está labrado en oro, oro blanco y rubíes, y lleva adosada una cruz aportada por la familia donante de esta joya.

Pasamos a la segunda vitrina, donde se expone la aureola de salida del Sagrado Corazón de Jesús, realizada en oro y amatistas entre 2009 y 2015. El diseño sigue la línea de la anterior, aunque muy enriquecida.

Junto a la aureola, se encuentran las potencias de plata del año 2012 de Nuestro Padre Jesús de las Penas, de la Hermandad de la Estrella, con diseño de Sergio Cornejo.

Del año 2006 es la corona de oro, plata dorada, rubíes y brillantes de María Santísima del Buen Fin, de la Lanzada.

A su lado, se muestran las potencias de oro y oro blanco de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de Arahal. Fueron realizadas en 2011.

Esta segunda vitrina terminaba con la diadema de plata dorada de María Santísima de las Angustias Coronada, labrada en 2005. Es una diadema de camarín, aunque en los últimos años la Hermandad de los Gitanos se la ha cedido a la Virgen de la Concepción de la Trinidad en su estación de penitencia.

Y en la tercera vitrina, vemos en primer lugar el libro de reglas de la Hermandad del Carmen de Torre del Mar, de plata y nácar sobre terciopelo marrón, del año 2013.

Junto al libro de reglas se encuentran las potencias de oro, oro blanco, brillantes, amatistas y esmaltes de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Morón de la Frontera (2012).

Seguimos con unas navetas de plata de la Hermandad de la Estrella. Fueron diseñadas por Sergio Cornejo y donadas por el Grupo Joven con motivo de la salida extraordinaria de la dolorosa trianera en junio de 2010.

Y a su lado, vemos un belén de plata, marfil y ébano propiedad del taller de Ramón León.

La exposición finaliza con la presencia del sillón de Nuestra Señora Santa Ana, patrona de Dos Hermanas. Es de caoba y plata, del año 2010 y está realizada en estilo gótico, con un diseño cercano al de la arquitectura alfonsí.

Es ésta una gran oportunidad de conocer al detalle algunos trabajos de un orfebre que tiene una amplia trayectoria en un oficio que, pese a las dificultades y como indica el título de la exposición, sigue perviviendo y creando obras singulares del arte sacro que se realiza con gran maestría desde la capital hispalense.