lunes, 18 de julio de 2016
EL PALIO DE GLORIA CARMELITA SALIÓ A LAS CALLES EN SU FESTIVIDAD
La única Virgen del Carmen que sale todos los años en su día, cada 16 de julio, y la única Virgen gloriosa que sale bajo palio volvió a recorrer este sábado los alrededores de Santa Catalina desde el ya más que largo exilio en San Román.
Alrededor de las nueve de la noche se ponía en camino la procesión, que contaba con la Banda de Cornetas y Tambores Varón de Dolores abriendo paso delante de la cruz de guía entre ciriales, a la que seguía la representación de la Hermandad de la Exaltación, que comparte con el Carmen y Rosario de Santa Catalina y con Santa Lucía sede provisional desde hace más de una década. Detrás, el estandarte propio del Carmen.
El itinerario diseñado por la hermandad este año fue el mismo que en 2015, tomando a la salida la calle Matahacas, para seguir por Escuelas Pías, Padre Jerónimo de Córdoba, Ponce de León, Juan de Mesa, Almirante Apodaca, San Pedro e Imagen, donde la amplitud de la calle permitía mayor comodidad entre la gran cantidad de personas que seguían a la cofradía.
La Virgen del Carmen vestía su manto de salida, así como una de las sayas y escapularios marrones, corona dorada y ráfaga, además de contar con una media luna a sus pies. En cuanto al paso de palio, estaba exornado con gladiolos, rosas, hipericum, antirrinum y lisiantum, y contaba con varios cirios, los más cercanos a la Virgen, pintados por Isabel Parente, reproduciendo varios santos sevillanos y relacionados con la hermandad, así como la heráldica de ésta.
"La Estrella Sublime" fue la marcha con la que la Virgen del Carmen avanzaba por la calle Imagen, interpretada por la Asociación Musical de La Algaba, que acompaña al paso de palio desde hace ya varios años.
Llamaba la atención cada levantá por la fuerza que ponían los costaleros, generando comentarios entre quienes contemplaban a la cofradía. En la misma calle Imagen, una levantá hizo que se cayeran al suelo varias de las rosas blancas que llevaba el paso en la delantera.
A continuación, la Virgen del Carmen realizó el giro de Imagen a la Plaza de la Encarnación con la marcha "Macarena", de Abel Moreno. En esta misma esquina, y dado que el viento había apagado prácticamente toda la candelería, el encargado de encenderla con la caña lo estaba intentando incluso mientras el palio andaba.
Ya en la plaza, la siguiente marcha fue "Esperanza de Triana Coronada", tras la que el capataz, Emilio Moreno, dedicó una levantá: "¡Salas! Esta levantá va por tu hijo, que acaba de nacer; que salga con el corazón tan grande que tiene su padre".
Seguidamente, y con muchas personas subidas en la parte alta de las Setas, el paso de palio del Carmen giró hacia la calle Alcázares a los sones de "Mi Amargura", en una revirá muy lenta y bien trabajada por la cuadrilla.
Y con "Esperanza Macarena" se llevó a cabo el siguiente giro, éste a Santa Ángela de la Cruz, calle en la que también se interpretó después "La Madrugá", marcha inexplicablemente interrumpida cuando el paso se detuvo ante las puertas del Convento de las Hermanas de la Cruz, que permanecieron cerradas. Lo de cortar las marchas cuando los pasos se detienen va camino de convertirse en una de las manías más absurdas que tienen por lo general todas las bandas. ¿O quizá la culpa sea de las cofradías? No sabemos. En cualquier caso, algún miembro de la propia Hermandad del Carmen de Santa Catalina lamentó que se cortase "La Madrugá" sin ningún motivo. Porque que un paso se pare no es un motivo válido para cortar una marcha, que se toca para la Virgen, no para los costaleros.
Aunque las monjas que continúan la labor de Santa Ángela no estaban en la puerta, el capataz les quiso dedicar la levantá, tras la que la Virgen del Carmen siguió su camino, ahora con la marcha "Triana de Esperanza", a la que seguiría después "Valle de Sevilla" en la revirá hacia la calle Gerona.
Tras esta composición, el palio avanzó con rapidez hasta quedar detenido prácticamente en la confluencia con Doña María Coronel. Para el segundo tramo de Gerona, la Banda de La Algaba tenía preparados dos clásicos de las marchas procesionales, uno del Lunes Santo y otro del Martes Santo: "Virgen de las Aguas" y "Cristo en la Alcazaba". Y de los clásicos, a la omnipresente "Como tú ninguna", que sonó en el giro de Gerona a Capataz Manuel Santiago, giro que nos dejó la contemplación del palio de la Virgen del Carmen alejándose de la que es su casa, Santa Catalina, que quedó al fondo.
"Cachorro. Saeta sevillana" fue la composición con la que la Virgen del Carmen transitó por la Plaza de los Terceros, una marcha que afortunadamente no fue interrumpida cuando el paso se detuvo junto a una señora mayor a la que el capataz cedió el llamador para la siguiente levantá. Lo hizo con ganas la señora, dándole firmemente al martillo.
A continuación, el paso de palio tomó la calle Bustos Tavera, donde Emilio Moreno dedicó la levantá al aguador, del que dijo que "ha llenado el cántaro veinte veces", realizando con ello una impagable labor en una noche de tanto calor, que se hacía más evidente en calles tan estrechas como ésta.
La Hermandad de la Mortaja esperaba con su estandarte en la puerta de acceso al compás del antiguo Convento de la Paz. Hasta allí se acercó la Virgen del Carmen con la marcha "A ti, Manué", seguida después, mientras el paso giraba para situarse frente al templo de la cofradía del Viernes Santo, por "Santísimo Cristo del Desamparo y Abandono". El giro, muy lento por la dificultad de la estrechez, coincidió prácticamente en duración con la marcha, quedando después la Virgen del Carmen parada y recibiendo una ofrenda floral por parte de los cofrades de la Mortaja, que rezaron el Ave María.
Enseguida el capataz llamó al paso, que se alejó a los sones de "Pasa la Virgen Macarena", hasta pararse en la esquina de Bustos Tavera con Doña María Coronel.
Los hermanos insistían a quienes rodeaban el paso de la necesidad de seguir hacia adelante para que pudiera seguir avanzando, ya que había cierto retraso sobre el horario previsto. Con "Madrugá Macarena", la Virgen del Carmen alcanzó la calle Peñuelas, marcha a la que siguió posteriormente "Rosario de Monte-Sión", llegando por fin a la Plaza de San Román.
La siguiente levantá resultó algo accidentada. El capataz cedió el martillo a una mujer llamada Carmen, que tardó demasiado en hacer sonar el llamador cuando ya Emilio Moreno había dicho "A ésta es". Tanto tardó que, además de protestar, algunos costaleros pidieron repetir la llamada inicial, dado el esfuerzo que para ellos supone mantener la posición de levantá demasiado tiempo. Sin embargo, en ese momento sonó por fin el llamador y algunos costaleros fueron a levantar el paso mientras otros, fundamentalmente los de detrás, que habían dado por hecho que se iba a repetir la llamada, lo levantaron algo más tarde.
Fue, en cualquier caso, un incidente sin importancia tras el que el paso de palio continuó con la marcha "La Esperanza de Triana", interpretada en dos ocasiones, hasta quedar detenido en medio de la plaza, ya colocado para proceder a la entrada en el templo.
Con los costaleros dados la vuelta, el capataz llamó por última vez en la calle y, en silencio, el paso de palio se acercó a la rampa de madera colocada ante la puerta y la empezó a subir para entrar por la ojiva de San Román, momento en que la Asociación Musical de La Algaba se despidió con el Himno de España.
Era la una y cuarto de la madrugada cuando el paso de palio de la Virgen del Carmen se paraba ya dentro de su sede provisional, para después ser colocado en la nave del Evangelio, frente por frente al altar de la Hermandad de la Exaltación.
Las oraciones por los hermanos difuntos pusieron el punto final a esta salida procesional, la primera del año de la Hermandad del Carmen de Santa Catalina. La segunda, con la Virgen del Rosario, llegará el 1 de noviembre.
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