sábado, 17 de septiembre de 2016
NUESTRA MADRE Y SEÑORA DE LA MERCED, EN BESAMANOS CON SU MANTO DE SALIDA
La Hermandad de Pasión celebra durante este fin de semana el besamanos a Nuestra Madre y Señora de la Merced, que, como es habitual en esta corporación, se encuentra situada en su Capilla Sacramental de la Iglesia del Salvador, a los pies del altar de Nuestro Padre Jesús de la Pasión.
Para esta ocasión, en el año en que la dolorosa de Sebastián Santos cumple cincuenta años, viste como si estuviera dispuesta para salir a la calle el Jueves Santo, vestida con el manto y la saya procesionales, obras ambas de Carmen Campmany (1929 y 1930, respectivamente), así como la corona de salida, de Cayetano González (1959).
Por otra parte, sobre el pecherín lleva únicamente uno de sus puñales de camarín y un broche en el centro con el emblema de la Orden Mercedaria. En las manos no lleva nada, ni rosario ni pañuelo, dando a besar la derecha.
La Virgen de la Merced aparece elevada sobre una sencilla peana de madera tallada y dorada, y flanqueada por dos de las jarras de su paso de palio con flores blancas de diversas especies, entre las que podemos ver rosas, lilium, margaritas y paniculata, además de dos blandones dorados con cera blanca, mientras que detrás hay otros dos.
Al fondo, el altar del Señor de Pasión cuenta con un total de dieciocho candeleros plateados con velas blancas colocados en dos grupos de nueve, otras dos jarras del paso de palio y sendos centros florales ante cada grupo de candeleros; las mismas flores que vemos sobre las peanas de culto habitual tanto de la Virgen de la Merced como de San Juan Evangelista, que durante el besamanos ha sido retirado para mantener la simetría del conjunto.
Por último, hay que apuntar la presencia junto al altar del Señor de Pasión de la bandera concepcionista en el lado izquierdo y el estandarte corporativo en el derecho.
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