MARÍA SANTÍSIMA DE LA CARIDAD EN SU SOLEDAD, EN BESAMANOS

Durante la jornada de ayer, domingo, tuvo lugar el besamanos a María Santísima de la Caridad en Su Soledad, de la Hermandad del Baratillo, que vestía para la ocasión el manto de terciopelo verde con bordados en oro procedentes de trajes de torero de Antonio Ordóñez y Francisco Rivera 'Paquirri', y la saya de tisú bordada en oro por Francisco Carrera Iglesias bendecida hace diez años.
La Caridad del Baratillo lucía además su corona de salida, la toca de sobremanto que luce también algunos años en su estación de penitencia, un puñal, una cruz pectoral, la réplica de la Medalla de la Ciudad y un broche con forma de estrella en el pecherín, y un fajín militar de color rojo con tres entorchados y borlones dorados, del que pendía un alfiler con la advocación de la dolorosa y una pequeña cruz.
Por otro lado, hay que indicar que la dolorosa que tallara José Rodríguez Fernández-Andes, que estaba elevada sobre una fina peana plateada con el lema "Charitas" en una cartela central, daba a besar la mano derecha, mientras que con la izquierda sujetaba un rosario.
Todos los enseres que engalanaban el altar del besamanos de la Virgen de la Caridad estaban situados detrás de la imagen, como las jarras de los costeros de su paso de palio que, colocadas a diferente altura, contenían nardos. Asimismo, había cuatro candeleros dorados con cera blanca junto a las jarras, y otros cuatro escoltando al simpecado de la hermandad, cuya Inmaculada de talla fue realizada por Luis Ortega Bru, imaginero de cuyo nacimiento se han cumplido cien años en este 2016. Junto al simpecado, había dos candelabros plateados de nueve velas cada uno situados sobre pies de madera tallada y dorada con fuste salomónico. Y a los pies de todo el conjunto de la mesa de este altar, que cubría con un gran cortinaje de damasco rojo el retablo mayor de la capilla, había tres sacras.
Por último, hay que indicar la presencia en el lado izquierdo del estandarte corporativo, mientras que en el lado derecho estaba la bandera votiva. Nuestra Señora de la Piedad y el Santísimo Cristo de la Misericordia, por su parte, ocupaban el altar de culto habitual de la Virgen de la Caridad.