La Capilla de la Orden Seglar Franciscana de San Pedro de Alcántara acogió ayer, por cuarto año consecutivo en la festividad de la Inmaculada Concepción, el besamanos a la Virgen de la Aurora, que habitualmente preside este pequeño templo de la calle Cervantes.
La imagen del escultor José Montes de Oca vestía manto de color coral y saya blanca con bordados en oro, toca de sobremanto y un cíngulo en la cintura. Tenía también corona, ráfaga y media luna de plata, mientras que la corona del Niño Jesús era dorada. La Virgen de la Aurora contaba con diferentes broches, collares, medallas y dos rosarios, uno en la mano izquierda y otro en la cintura. Asimismo, lucía unos llamativos pendientes.
Se encontraba elevada sobre una peana de madera tallada y dorada, y flanqueada por cinco candeleros con cera blanca a cada lado. Además, había dos jarras plateadas sobre sendos pies de madera dorada y otras dos de mayor tamaño en el suelo, portando todas ellas margaritas, lisianthus y paniculata. Detrás, en el lugar que habitualmente ocupa la Virgen de la Aurora en el retablo de la capilla estaba situado el estandarte de la Orden Seglar.
¿De Montes de Oca de cuando?
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