domingo, 22 de enero de 2017
MARÍA SANTÍSIMA DE LA PAZ CORONADA, EXPUESTA EN DEVOTO BESAMANOS
La Parroquia de San Sebastián acoge este fin de semana el besamanos a María Santísima de la Paz, en el que es su primer culto de estas características tras su Coronación Canónica del pasado 1 de octubre, y al que seguirá el próximo martes la función solemne en la jornada de su festividad.
Para este culto, la Virgen de la Paz Coronada se encuentra en el presbiterio de la parroquia, elevada sobre su habitual peana de besamanos y vestida con el manto de tisú bordado en plata por Sucesores de Esperanza Elena Caro en 2009, la saya también de tisú y plata de Manuel Solano (2014) y la toca de sobremanto de malla bordada en plata, de Fernández y Enríquez (1997).
Luce la dolorosa de Antonio Illanes la corona de salida, de plata de ley, obra de Juan Fernández (1941), que fue restaurada y enriquecida el año pasado para la Coronación por los Hermanos Delgado. Además, cuenta con el fajín militar de Capitanía General, con tres entorchados y borlones dorados, una cruz pectoral, un rosario y la ramita de olivo de plata en la mano izquierda, mientras que es la derecha la que da a besar a los devotos.
Flanquean a la Virgen de la Paz dos jarras de su paso de palio con rosas blancas, situadas sobre pequeñas columnas de base cuadrada. Otras cuatro jarras se encuentran sobre sendas columnas doradas de fuste salomónico en los extremos del montaje del altar, dos de ellas junto al dosel de cultos de la hermandad, que tiene también a cada lado un candelabro plateado con velas de color blanco.
El altar del besamanos se completa con un pabellón por encima del dosel con sendas cortinas de terciopelo rojo sostenidas en los extremos por dos ángeles del canasto del paso de misterio de Nuestro Padre Jesús de la Victoria. Finalmente, una gran tela de damasco rojo cubre por completo el retablo principal del templo.
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