El pasado Domingo de Pasión, Nuestro Padre Jesús Despojado de Sus Vestiduras salió de su capilla, como hará este próximo Domingo de Ramos, para presidir el vía crucis de su hermandad por las calles inmediatas a la Capilla del Mayor Dolor.
Eran las ocho de la tarde cuando se abrían las puertas del pequeño templo de la Plaza de Molviedro para que comenzara a salir el cortejo, encabezado por la cruz alzada con manguilla entre ciriales. Daba paso a un primer tramo de hermanos con cirios color tiniebla, como los que llevan los nazarenos de la cofradía, mientras que el estandarte corporativo abría el segundo tramo. Después iba el coro de la propia hermandad con un trío de música de capilla y finalmente el cuerpo de acólitos con los cuatro ciriales que anteceden cada Domingo de Ramos al paso de misterio.
A continuación, salió de la capilla Jesús Despojado llevado en andas por sus hermanos. No llevaba corona de espinas ni potencias y vestía una túnica lisa de terciopelo color burdeos de tonalidad oscura. Cuatro hachones iluminaban las andas, que tenían unos faldones de terciopelo morado y un variado exorno floral a base de lirios, claveles, tulipanes y antirrhinum.
En el momento de la salida, las andas se detuvieron y, tras el rezo de la primera estación, Álex Ortiz cantó una saeta con la letra del Padre Nuestro. Después, el Señor siguió adelante en dirección a la calle Castelar, parándose en el comienzo de ésta.
En la calle Castelar se rezaron algunas estaciones más del vía crucis con un acompañamiento bastante amplio de personas en todo momento junto al Despojado, que siguió después por Gamazo, Padre Marchena y Doña Guiomar, regresando posteriormente a su capilla.
Cumplida la totalidad de los cultos cuaresmales previstos, la Hermandad de Jesús Despojado mira ya al Domingo de Ramos, en que saldrá con la plena luz de la tarde para hacer estación de penitencia en la Catedral.
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