jueves, 16 de noviembre de 2017
JESÚS. LA FE DE UN PUEBLO
Dentro de la ya muy habitual programación de exposiciones dedicadas a hermandades de fuera de Sevilla, el Círculo Mercantil e Industrial acoge hasta el próximo domingo "Jesús. La fe de un pueblo", que ha llevado hasta la calle Sierpes gran parte del patrimonio histórico y artístico de la Hermandad de Jesús Nazareno de La Algaba.
Se trata de una hermandad de la que la primera noticia que se tiene se remonta a 1541, nombrada entonces como Hermandad del Dulce Nombre de Jesús y fundada en la Parroquia de Santa María la Blanca, hoy conocida como de las Nieves. La imagen titular era un Niño Jesús pasionista, ya que no será hasta 1686 cuando se mencione por primera vez a Nuestro Padre Jesús Nazareno, que en 1722 se incorpora como titular principal de la corporación, aunque se siguen manteniendo los cultos al Dulce Nombre de Jesús. Más tarde, en el siglo XIX, se incluye como titular a la Virgen de los Dolores, que preside el paso de palio de esta cofradía algabeña que procesiona en la Madrugada del Viernes Santo.
Repasamos lo expuesto en la exposición empezando por el patio, donde vemos la bandera pontificia, obra de las Hermanas Ramas de 2016 que refleja el escudo del Papa Inocencio XIII y el año 1722, que, como hemos visto, es el año en que el Nazareno se convierte en titular de la hermandad.
Pasamos ya a la primera sala de la exposición, donde vemos un panel dedicado a la imagen del Nazareno, que se complementa con otro posterior donde se nos indica que los diferentes estudios realizados sobre la imagen, tradicionalmente atribuida a La Roldana o a Francisco Antonio Gijón, lo sitúan en la órbita del imaginero Cristóbal Pérez, autor del Cristo Descendido de la Cruz de la Hermandad de la Mortaja, y a quien el catedrático de Historia del Arte Andrés Luque Teruel relaciona con la hechura del Señor de la Sentencia y la Esperanza Macarena, unas atribuciones más realistas que las leyendas habituales. Por otra parte, hay que señalar que el cuerpo del Nazareno de La Algaba se debe a Francisco Buiza, quien sustituyó el original, bastante más curvado, por el actual en 1977. Además, le amplió la cabellera y le cambió los pies, ya que los originales tenían la zancada a la inversa: el derecho adelantado y el izquierdo detrás. A finales de los años noventa Antonio J. Dubé de Luque le modificó las articulaciones de los brazos, y en 2012 Enrique Gutiérrez Carrasquilla limpió la policromía.
El paso del Nazareno de La Algaba cuenta en las esquinas con cuatro tallas de arcángeles tallados entre 1987 y 1989 por Augusto Morilla. Estas obras se pueden contemplar a continuación.
Continuamos el recorrido por la exposición en una vitrina que en primer lugar nos muestra unas potencias de plata de ley sobredorada con amatistas doradas, obra de Manuel de los Ríos en 1989, junto a otras joyas como un broche de oro con piedra morada donada por un particular en los años ochenta y otro también de oro con el emblema JHS realizado por Orfebrería Bernet este mismo año.
De 2003 son las potencias de oro que vemos a continuación, donadas por el futbolista Diego Tristán. Son obra de Manuel de los Ríos.
Y un tercer juego de potencias vemos ahora, éste de plata obra de este año de Manuel Arenas Vargas. Y junto a las potencias, distintos gemelos donados por hermanos y devotos.
Junto a la vitrina se expone la antigua túnica de Jesús Nazareno, bordada en oro sobre terciopelo morado en estilo rocalla en el siglo XVIII.
Seguimos con un antiguo farol de los que iluminaban al Nazareno en su paso, tallados por Antonio Martín en 1958. Hoy pertenecen a la Hermandad del Resucitado de La Rinconada.
Y junto a éste, uno de los cuatro faroles actuales, realizados en metal dorado por el orfebre Manuel de los Ríos en 1987.
Al cortejo del paso del Nazareno pertenece el Senatus, insignia del siglo XIX bordada en hojilla de plata sobre terciopelo morado y sobre malla. El asta es de plata de ley. Esta insignia era usada por la antigua centuria romana con la que contó la hermandad.
Vemos a continuación el respiradero y el faldón frontal del paso del Nazareno. El paso fue tallado por Antonio Martín en 1958 en estilo barroco y dorado por Antonio Martínez, aunque cuenta con elementos frutales y florales policromados, además del escudo de la hermandad. En 1987 fue restaurado por el propio Martín, quien añadió cuatro capillas en el canasto para la inclusión de tallas de los cuatro Evangelistas. En aquella restauración se incluyeron los faroles antes mencionados y los arcángeles de Augusto Morilla que también hemos visto antes, así como diferentes tallas de pequeños ángeles repartidos por el canasto y el que sujeta la cruz del Nazareno en la parte trasera. En cuanto a los faldones, son de terciopelo morado bordado en oro y sedas de colores.
Seguimos con la cruz alzada de plata y amatistas moradas, obra diseñada y ejecutada por Orfebrería Bernet en 2016.
A su lado, se expone el sagrario de plata labrado por Manuel de los Ríos en el año 2000 con motivo de la consagración de la Iglesia de Nuestro Padre Jesús Nazareno, sede actual y propia de la hermandad.
También vemos un manifestador de estilo rocalla de Orfebrería Bernet, de este mismo año, y un conjunto de copón y cáliz de plata realizados por Manuel de los Ríos también para la consagración del templo de la corporación.
Vemos ahora la túnica actual del Nazareno, realizada en 2007 por las Hermanas Ramas reproduciendo exactamente el diseño de los bordados de la antigua que veíamos antes. Fue donada por un hermano y se acompaña de un cordón de oro sin borlón de Cordonería Alba del año 2013, también donado por un particular.
Terminamos el recorrido por la primera sala con una vitrina central en la que vemos el documento de la dedicación de la Iglesia de Nuestro Padre Jesús Nazareno, firmado por el arzobispo Fray Carlos Amigo Vallejo el 27 de octubre de 2000; el título de hermana mayor honoraria a Pilar García Desmaissieres, gran benefactora de la hermandad, fechado el 1 de junio de 1917; y el texto de la llamada Letra de la Sentencia, antiguo rito oral recuperado en 2014 y que se lee cada año durante el acto de subida del Señor a su paso.
Volvemos al patio en el recorrido marcado para ver la exposición. Además de un documental que se proyecta de forma continuada en un rincón del patio, vemos también un cartel de la hermandad pintado en 2014 por Fausto Velázquez.
Pasamos a la segunda sala, dedicada por completo a la imagen de Nuestra Señora de los Dolores, titular mariana de la hermandad desde 1852. La talla, del siglo XVI, procede del antiguo Convento de San Francisco de La Algaba, aunque su aspecto actual se debe a diferentes restauraciones llevadas a cabo a lo largo del siglo XX, de las que sólo están documentadas la de Francisco Buiza en 1967, y la de Antonio J. Dubé de Luque en los años ochenta.
El centro de esta sala está ocupado por el palio de la Virgen de los Dolores, del que vemos las caídas, el techo y los varales. Estos últimos son de Jesús Domínguez, de las década de los años sesenta. En cuanto a los bordados, son de Esperanza Elena Caro, realizados en oro y sedas sobre terciopelo azul en 1978, aunque posteriormente, en 2003, fueron enriquecidos por el taller de Bordados Miguélez de Utrera.
Seguimos el repaso a esta segunda sala con la saya denominada como torera, al estar confeccionada por Francisco Clavijo 'Clavijito' a partir del capote de paseo del torero Diego Puerta en los años sesenta.
Vemos a su lado un candelero y una jarra del paso de palio, obra, como los varales, de Jesús Domínguez en los años sesenta.
A continuación, en una vitrina hay varios juegos de encajes y pañuelos donados en distintas épocas por grupos de hermanos, una parte del palio negro de bordados asimétricos de finales del siglo XIX que perteneció a la Hermandad de la Estrella de Sevilla, unos zapatos bordados en oro a realce utilizados en los años veinte en un besamanos en el que la Virgen de los Dolores se expuso sentada, y parte del palio de malla que la dolorosa tuvo en los años cuarenta y que pertenecieron a la sevillana Hermandad de la Lanzada, que lo había estrenado dos décadas antes.
A su lado, se muestra un conjunto formado por una saya bordada en oro a realce sobre terciopelo burdeos por José Manuel Elena Caro en 1988 y una diadema de plata de ley sobredorada de Orfebrería Triana, del año 2010, con decoración vegetal asimétrica.
Contemplamos a continuación el conjunto del respiradero y faldón frontal del paso de palio de la Virgen de los Dolores. Los respiraderos son obra de Jesús Domínguez en los años setenta y están inspirados en los del paso de palio de la Estrella de Triana. En cuanto a los faldones, son de terciopelo azul bordado en oro por las Hermanas Ramas en 2009.
Seguimos con el antiguo respiradero frontal del paso de palio, obra de Manuel Seco Velasco de la década de los cincuenta. Hoy es propiedad de la Hermandad de la Macarena de Jerez de los Caballeros (Badajoz).
Del año 2007 es la saya que vemos a continuación, bordada en oro a realce y espejuelos sobre tisú de plata por las Hermanas Ramas.
A su lado, podemos ver la corona de salida de la Virgen de los Dolores, labrada en plata de ley sobredorada por Jesús Domínguez en 1976.
Extendido en una de las paredes de la sala, se muestra el manto de salida de la dolorosa, diseñado por Joaquín López González y bordado en oro y sedas sobre terciopelo azul por Esperanza Elena Caro, que falleció antes de completarlo, en 1985. Fue ampliado en 2009 por las Hermanas Ramas.
A continuación, vemos la peana de salida, realizada por Jesús Domínguez en los años sesenta e inspirada en la de la Macarena. Ha sido restaurada y ampliada por Orfebrería Bernet en 2017. Sobre ella, hay dos faroles entrevarales, del mismo taller y también de este año, además de un manto de camarín bordado en oro sobre terciopelo burdeos por las Hermanas Ramas en 2007 y una diadema de plata de metal plateado del siglo XIX adquirida a la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo.
Seguimos con el sinelabe de la hermandad, bordado en oro sobre terciopelo azul por José Manuel Caro, con una figura de la Inmaculada Concepción labrada en plata de ley por Jesús Domínguez en la década de los sesenta.
Y bajo el sinelabe, se muestran en una vitrina varias joyas del ajuar de la Virgen de los Dolores, como un rosario de este mismo año realizado en oro de ley y amatistas con el emblema de los Siete Dolores de la Virgen, el escudo de la hermandad y una réplica de la Santa Cruz del Convento, titular letífica de la corporación. Este rosario fue donado por el grupo de costaleros denominado "Los ponis de la cruz". También se muestra un puñal de metal dorado de Jesús Domínguez de los años sesenta, enriquecido este año por Orfebrería Bernet. Además, entre las joyas expuestas se ve también un azadón de oro de ley donado a principios del siglo XX por el gremio de los orozureros, la medalla de la villa de La Algaba y una demanda.
Y llegamos al final de la exposición con la llamada corona de herradura, realizada por Jesús Domínguez en los años cincuenta con bronce repujado y sobredorado procedente del marco de un antiguo cuadro.
Aún quedan varios días para disfrutar de esta cuidada muestra en el Mercantil con la que desde Sevilla nos podemos acercar a una de las más grandes devociones de la provincia y una de las más antiguas, como es la del Nazareno de La Algaba.
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