Como cada 6 de diciembre, la Hermandad de la Pura y Limpia del Postigo celebraba este miércoles su salida procesional después de la novena que en su honor ha tenido lugar en el Monasterio de la Encarnación, al que se trasladó el pasado 25 de noviembre (ver), así como la función celebrada en la Parroquia del Sagrario.
A las cinco de la tarde abandonaba el cortejo este templo, accediendo al interior de la Catedral para salir por la Puerta de los Palos a la Plaza de la Virgen de los Reyes, lo que hizo minutos antes de las cinco y media. La cruz de guía entre faroles encabezaba la cofradía. Después iban varias parejas de hermanos con cirios blancos y las representaciones de las hermandades del Baratillo y la Carretería con sus respectivos estandartes corporativos. Finalmente, antes de la presidencia y el cuerpo de acólitos, iba el propio estandarte de la Hermandad de la Pura y Limpia.
Pronto, tras pasar ante la Capilla Real y situarse frente a la Virgen de los Reyes, el pequeño paso de la Pura y Limpia, comandado por Francisco Javier Díaz Espinosa y sus auxiliares, salió por la Puerta de los Palos y siguió adelante hasta atravesar la reja, momento en que la Banda de Música María Santísima de la Victoria, de Las Cigarreras, interpretó el Himno de España, seguido de la marcha "Pura y Limpia", de José Albero.
Este año ha habido una pequeña novedad en el itinerario, ya que el paso, adornado con rosas blancas, rodeó la fuente de la plaza por el lado del Monasterio de la Encarnación, ante el que se volvió unos momentos para que las religiosas que lo habitan vieran a la Pura y Limpia desde las celosías superiores.
Posteriormente, el paso siguió el rodeo a la fuente, ahora a los sones de "Virgen de los Reyes", hasta quedar detenido frente a la Giralda.
En el inicio de un puente con los hoteles de la ciudad rozando el lleno total, no era difícil encontrar turistas entre los que contemplaban la procesión de la Pura y Limpia en pleno centro de la ciudad. Se puede decir que la cofradía estuvo arropadísima a lo largo de todo su recorrido, de unas tres horas de duración.
"Virgen de la Paz" fue la marcha interpretada por la Banda de Las Cigarreras para que la Pura y Limpia dejara atrás la Plaza de la Virgen de los Reyes y tomara la calle Placentines. Acababa de salir la cofradía y ya un hermano comentaba con los capataces que iban "regular de tiempo". Por ello, esta chicotá fue larga y con cierta celeridad, hasta pararse ya en la calle Alemanes, donde poco después los miembros de varias tunas le cantaron a la Virgen antes de que el paso girase a Hernando Colón, lo que hizo a los sones de "Virgen de los Desamparados".
Más adelante sonaron las marchas "Virgen de los Estudiantes" e "Hiniesta Coronada", ésta ya al salir la Pura y Limpia a la Plaza de San Francisco. A continuación, con "Esperanza Macarena", el paso llegó hasta la Avenida de la Constitución, continuando después hacia la Plaza Nueva con "La sangre y la gloria", durante cuya interpretación, a las seis y media de la tarde, se encendió la iluminación navideña.
La Pura y Limpia discurrió por el lado izquierdo de la Plaza Nueva y, mientras la banda tocaba "El Corpus", se paró unos instantes ante la Capilla de San Onofre, para después seguir hacia la calle Barcelona, en la que se adentró con la marcha "Como tú ninguna". Luego, tras una chicotá a tambor, el paso giró de Joaquín Guichot a Jimios con "Caridad del Gualdaquivir", que fue la primera de las tres marchas seguidas que sonaron dedicadas a cofradías del Arenal. Así, después por la calle Harinas se pudo escuchar "Nuestra Señora del Mayor Dolor", mientras que desde dicha calle hasta el inicio de Arfe fue el turno de "Nuestra Señora de Guadalupe". El Baratillo, la Carretería y las Aguas, representadas en la música procesional que acompañó durante un buen trecho a la Pura y Limpia del Postigo.
Tras un relevo en la misma Puerta del Arenal, la Pura y Limpia comenzó a avanzar por Arfe con la marcha "Triana de Esperanza", seguida después por "Virgen de Montserrat". Después de ella, el paso se detuvo junto a una pared blanca en la que se proyectó la sombra de la pequeña talla de la Virgen Inmaculada.
Desde el final de Arfe, la Pura y Limpia se dirigió su capilla, bajo el Arco del Postigo, mientras la Banda de Las Cigarreras tocaba "Coronación de la Macarena" en dos ocasiones. De nuevo tuvo que pasar de largo la Virgen y no entrar en su pequeño templo al tener que presidir la Vigilia de la Inmaculada en la Catedral. Por ello, tras pararse cerca de la capilla después de haber atravesado el arco, continuó por Almirantazgo con la marcha "Pura y Limpia" hasta la confluencia con Tomás de Ibarra.
A continuación, la cuadrilla de costaleros realizó una lenta y muy bien trabajada revirá hacia el siguiente tramo de Almirantazgo mientras la banda interpretaba los melancólicos sones de "Virgen del Valle". Seguidamente, fue el turno de "La Estrella Sublime" antes de que el paso saliera a la Avenida de la Constitución, que se encontraba completamente repleta de personas.
En el tramo final del recorrido, el penúltimo giro del paso en la calle lo realizó la Pura y Limpia con la marcha "Y en Triana, la O", mientras que la última marcha para el último giro, éste ya para encarar la Puerta de San Miguel de la Catedral, fue "María Santísima del Subterráneo".
Minutos antes de las ocho y media de la tarde entraba en la Catedral la Pura y Limpia, como se encargó de narrar un niño que grababa la escena con un móvil al tiempo que jugaba a retransmitirla como si fuera un comentarista televisivo. "Se cierran las puertas de la iglesia; se acabó la procesión", dijo. Nada que añadir. Bueno, sí: que la Banda de Las Cigarreras tocó el Himno Nacional para despedir a la Pura y Limpia del Postigo.
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