domingo, 17 de diciembre de 2017
LA VIRGEN DEL AMOR, CON LA CORONA DE LA AURORA DURANTE SU BESAMANOS
La Hermandad de la Resurrección ha celebrado este domingo el besamanos a la imagen de María Santísima del Amor, que se ha presentado a sus devotos en el presbiterio alto de la Iglesia de Santa Marina, luciendo sobre su cabeza la corona procesional de Nuestra Señora de la Aurora.
Sobre una peana de plata, la Virgen del Amor ofrecía su mano derecha, mientras que en la izquierda sostenía un rosario. Estaba vestida con un manto de camarín de terciopelo burdeos liso y una saya de terciopelo azul con bordados en oro en la parte inferior y en las mangas. En su pecherín lucía un puñal, tres broches, una gargantilla extendida y un alfiler con su advocación escrita en letras doradas. Por último, en la cintura tenía un fajín de encaje dorado.
La dolorosa que tallara Jesús Santos Calero estaba ante un dosel que contaba con una gotera muy singular y con un tapiz en el centro. A los lados del dosel, se situaron dos jarras doradas sobre sendas columnas de fuste salomónico y capitel corintio, y dos mesas de madera sobre las que estaban los antiguos candelabros laterales del paso del Señor Resucitado. Y detrás, junto al altar del Señor, había cuatro blandones dorados con cera morada.
Finalmente, en el borde del presbiterio alto del templo veíamos, entre grandes blandones con velas blancas de gas, otras dos jarras doradas sobre columnas de menor altura a las anteriores y con el mismo exorno floral, compuesto por diferentes especies de variadas tonalidades, aunque fundamentalmente de color verde. Con las mismas flores veíamos dos centros en el suelo y otros cuatro más pequeños sobre las mesas doradas.
Durante este besamanos, el lugar de culto habitual de la Virgen del Amor, en una de las capillas de la nave del Evangelio, ha estado ocupado por la reliquia de Santo Sepulcro que posee la hermandad.
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