domingo, 18 de febrero de 2018
BESAMANOS EXTRAORDINARIO AL CAUTIVO DE TORREBLANCA EN SANTA MARINA
El Vía Crucis de las Cofradías que este lunes presidirá en la Catedral la imagen de Nuestro Padre Jesús Cautivo, de la Hermandad de Torreblanca, motivó el viernes la celebración de un besapié extraordinario en la Parroquia de San Antonio de Padua a modo de despedida de la imagen. Ahora, con la imagen ya en Santa Marina, templo del que saldrá rumbo a la Catedral para el Vía Crucis, tiene lugar un besamanos, como así ocurrió en 2013, cuando el misterio de Torreblanca iba a participar en el Vía Crucis del Año de la Fe que tuvo que ser suspendido finalmente por la lluvia (ver).
Es, por tanto, la segunda vez que el Cautivo de Torreblanca ofrece a los devotos sus manos en la iglesia de la calle San Luis, de nuevo por la gentileza de la Hermandad de la Resurrección, que hace cinco años entabló unos estrechísimos lazos con la del Sábado de Pasión.
Para este besamanos, se da la curiosidad de que el Cautivo está vestido exactamente igual que lo pintó Rafael Franco para el cartel anunciador de este próximo Vía Crucis de las Cofradías (ver), con túnica blanca y mantolín crema, y llevando además en el pecho el broche con su advocación. La única diferencia está en la cabeza, dado que en el cartel no lleva potencias y en el besamanos en Santa Marina sí las tiene.
El altar de este besamanos cuenta con elementos cedidos por la Hermandad de la Resurrección, como su dosel de cultos, que sirve de marco al Cautivo, cuatro altos blandones de madera dorada con cera roja y cuatro columnas también doradas con capiteles corintios y fustes salomónicos; columnas que sujetan sendos centros florales de diversas especies y tonalidades.
Completan el montaje los estandartes corporativos de ambas hermandades, estando en el lado izquierdo del presbiterio el de Torreblanca y en el derecho el de la Resurrección, lo que abunda en la unión entre las dos cofradías.
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