La Hermandad de los Panaderos está celebrando este fin de semana el besapié a Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder, que se encuentra ante el presbiterio de la pequeña Capilla de San Andrés, elevado sobre una alta peana de madera tallada, dorada y policromada con una cartela central en la que se puede leer un versículo del Evangelio de San Juan referido al momento del Prendimiento del Señor en el Huerto de los Olivos: "Cuando les dijo 'yo soy' retrocedieron y cayeron en tierra" (Jn 18,6).
Viste el Señor del Soberano Poder una túnica lisa de terciopelo morado y luce las potencias con las que sale a las calles cada Miércoles Santo en su estación de penitencia. A su lado hay dos jarras del paso de palio de la Virgen de Regla sobre sendas columnas doradas con fuste salomónico. Las jarras sostienen lirios salpicados de estátice y otras flores de tonalidades moradas.
Otras dos jarras se encuentran más adelantadas y colocadas directamente en el suelo con las mismas flores, que igualmente aparecen en un gran centro en la parte delantera del altar de este besapié. Asimismo, junto al Señor que tallara Antonio Castillo Lastrucci en 1945 se han colocado los cuatro antiguos candelabros de guardabrisas que iban en los costeros del paso de misterio de la Hermandad de Montserrat. Están situados dos delante y dos detrás, todos ellos sobre sencillos pies dorados de base cuadrada sin mayor decoración.
Por último, al fondo el retablo principal de la capilla de la calle Orfila lo preside la cruz de guía de la hermandad, restaurada el año pasado por los Hermanos Delgado, entre candelabros y candeleros con cera blanca, y más flores como las anteriormente descritas.
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